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ecleSALia del 11/04/07 al 31/07/10

daros

CAMPAMENTO MONÁSTICO

En Suesa del 23 al 29 de julio

COMUNIDAD DE MONJAS TRINITARIAS, monjasdesuesa@gmail.com

SUESA (CANTABRIA).

 

ECLESALIA, 21/05/10.- “He conocido a Alguien que me ha dicho quién soy.” (Jn 4, 39). Este es el lema que escogimos para la Pascua de este año. Y esta fue la alegría que se convirtió en fiesta y que celebramos en la Vigilia Pascual.

Explosión de Vida y alegría compartidas, el tiempo pasaba volando en el encuentro con Aquel que resucitado nos llena de Vida y de paz.

Al compartir después lo vivido coincidíamos, y las palabras que salían de la boca de una y de otro le ponían voz a una experiencia común.

Y después de tanta alegría, de haber disfrutado tanto de cosas tan sencillas y tan grandes como una Eucaristía mimada en cada detalle también la pregunta era la misma que en otras ocasiones: ¿cómo seguir viviéndolo, cómo llevarlo a nuestras comunidades, a nuestros grupos?

Desde hace tiempo la comunidad de monjas Trinitarias de Suesa venimos acogiendo el anhelo de quienes os acercáis a compartir con nosotras, y con el deseo de aportar nuestro pequeño granito de arena a la construcción del Reino que crece poco a poco, pero imparable, surgió la idea de un Campamento Monástico.

Como venimos haciendo en los campos de trabajo y oración que organizamos desde el monasterio, también en estos días disponemos de las habitaciones de la hospedería, el resto de la jornada lo haremos al aire libre: habrá grupos para cocinar, y el trabajo así como los talleres también serán en plena naturaleza.

Queremos daros lo que somos y tenemos, lo que nosotras mismas recibimos a manos llenas. Invitaros a hacer la experiencia de ser vosotros mismos y para ello lo primero es tener tiempo. Tiempo para parar, para desconectar, para hacer silencio y ser, por eso ¿qué menos que 6 días?

Tiempo de silencio, de oración, de compartir… y también espacio. Hacer hueco dentro de cada uno de nosotros a unos buenos cimientos. Fortalecer el esqueleto de nuestra fe, de nuestro espíritu para que ande erguido, para que sepamos dar respuesta de nuestra fe y para ello formación, talleres de Biblia, de danza y de oración. Con personas que saben del tema: el grupo de Verbo Divino, Victoria Hernández y la Comunidad de Suesa. Esta es nuestra oferta, nuestra pequeña aportación para seguir celebrando la vida.

¿Cuándo? Del 23 al 29 de julio, aquí en Suesa, para gente entre 18 y 35 años y por 100 euros. En nuestra web encontrarás más información. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

Para más información: www.montrinisuesa.net 

 

en marcha II

En 'Ediciones Khaf'

NUEVE ESTACIONES II

Presentación de “El Camino de la Paz” de Xabier Pikaza

XABIER PIKAZA, pikazena@telefonica.net

SALAMANCA.

 

4. Paz y justicia ecológica. Hermano sol, hermana luna

ECLESALIA, 20/05/10.- Conforme al apartado anterior, la paz ha de entenderse como diálogo de vida entre hombres y pueblos. Pues bien, ampliando ese motivo, la Biblia habla de paz como gozo de ser en el mundo, como ha puesto de relieve, de forma simbólica, el relato del diluvio universal (Gen 6-8) y el canto de San Francisco (¡hermano sol, hermana luna).

Políticos y sabios (constructores de la Bomba) tienen en sus manos el destino de la humanidad; pero ellos no están solos (a no ser en casos de absoluta dictadura), sino que dependen del conjunto de la población. Por eso, los que creemos en la paz estamos llamados a crear una cultura de convivencia más honda, al servicio de la vida:

1. Resulta esencial el respeto por la naturaleza. Los conocimientos científicos, que podían servir para mejorar nuestra vida, han venido a convertirse a menudo en un arma terrible, que puede destruir a los mismos hombres. Hemos conocido mejor la naturaleza, de manera que podemos ayudarla y embellecerla, pero hemos empleado esos conocimientos para dominar la tierra de un modo egoísta, poniendo en riesgo su equilibrio y agotando sus recursos, al servicio de unos privilegiados. Sin respeto común y comunión ante la naturaleza podrá haber paz en el mundo.

2. Antes no existía el riesgo de un suicidio cósmico. Ahora existe. Hemos penetrado en algunos secretos del “pensamiento del cosmos”, pero no para decir “hágase” y aumentar su belleza, sino para imponer un criterio utilitario, instrumental, sobre el conjunto de la realidad. En otro tiempo había un mayor respeto por el mundo. Ahora lo hemos perdido y vivimos marcados por una gran lucha de poder, dirigida por los gestores de la política y del capital, empeñados en manipular el mundo al servicio de sus intereses.

3. En ese contexto se entiende la Guerra de la Bomba. Algunos grupos poderosos, que controlan políticamente los resultados de la ciencia, tienen la capacidad de apretar los botones nucleares, para poner una gran cantidad de energía a su servicio o para destruir en un instante la forma de vida actual de este planeta. Ésta sería la guerra final, pues desataría un tipo de violencia más destructora que todas las anteriores, aniquilando la forma de vida actual del mundo. No sabemos si habría un “día después”, si la vida en este planea podría empezar un nuevo ciclo, hasta llegar otra vez al pensamiento (es decir, a la conciencia). Pero nuestra historia concreta habría terminado.

5. Estación Salud. Los pobres curan a los ricos

Jesús se enfrentó con amor eficaz contra unas enfermedades que oprimían y enfrentaban a los hombres y mujeres, siendo así causantes de la guerra más profunda de la tierra. En ese contexto, Buda propuso un camino de liberación interior, expresado a través de la superación personal, individual, de los deseos. Sin oponerse a Buda, Jesús propuso y puso en marcha un camino de liberación integral, dedicando gran parte de su tarea mesiánica a enseñar a los enfermos a curar su enfermedad y a curarse unos a otros.

Jesús fue sólo un maestro interior, ni un pensador (como Platón), ni creador de una comunidad sagrada de sometidos a Dios (como Mahoma), sino un sanador que protestaba contra un orden social donde miles y miles de personas estaban esclavizadas, por su enfermedad personal o social. Esa protesta, a favor de la libertad y comunión de hombres y mujeres define su “anti-guerra”. Jesús no se habría opuesto, en principio, a la medicina científica moderna, pero buscaba algo más hondo: que los hombres y mujeres se aceptaran a sí mismos, en amor, superando la ruptura actual, la situación de lucha en que unos destruyen a los otros.

Jesús quiso que sus “seguidores pobres” curaran a los ricos de esta sociedad dividida y opresora: «Les dio autoridad sobre todos los demonios y les dijo: Curad los enfermos, expulsad demonios... y decid: se acerca el Reino…No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias... En la casa donde entréis, decid: Paz a esta casa... Quedad allí, comed y bebed lo que tengan...» (Lc 10, 1-8; cf. Mc 6, 7-11; Mt 10, 5-13).

Estos “pobres de Jesús” pueden curar a los ricos de la “enfermedad” de su riqueza y de otras enfermedades vinculadas con ella. No cobran por hacerlo, pero tampoco se esconden ni evaden, sino que se dejan invitar por los propietarios, compartiendo con ellos lo que tienen. No curan por mostrar su poder o dominio, sino porque el Reino es fuente de salud y principio de paz universal. Así continúan haciendo lo que hacía Jesús, que no se reservó el monopolio de las curaciones, sino que ofreció su experiencia terapéutica a quienes quisieran seguirle, haciéndoles mensajeros de paz.

Desde la perspectiva normal del sistema, suele suponerse que los grandes curan a los débiles y pobres. En contra de eso, el evangelio indica que son precisamente los más pobres los que curan a los ricos. Las riquezas no sanan (aunque pueden servir en un nivel de medicina externa). Sólo el amor sana de verdad al hombre entero, desde los más pobres.

Esta curación ha de ser integral y se realiza por la palabra y el contacto de la vida, partiendo de los pobres mesiánicos (ricos en humanidad), que actúan así como “médicos” de Reino, portadores de un proyecto de comunicación que ellos ofrece a los ricos que quieran acogerles (ser curados). Entendida así, la terapia de Jesús y de sus seguidores no es una señal externa, de la que podría prescindirse cuando llegue el Reino espiritual, sino que ella misma es la verdad del Reino. En esa línea, los “enemigos” contra los que lucha Jesús no son hombres o mujeres, sino las enfermedades que les oprimen.

No hay paz sin terapia personal y social. Los poderes del mundo utilizan otros medios (más policía y más dinero). Pero así no consiguen la paz, sino un tipo distinto de injusticia y guerra (a no ser que, al mismo tiempo, sobre todo, intenten curar en amor a las personas, en terapia de trasformación radical). Jesús, en cambio, ha propuesto y desarrollado una terapia de paz, a través de un intenso programa de sanación, curando a los hombres y mujeres, para que vivan y compartan la vida (se acojan unos a otros).

6. Hacer justicia, superando un tipo de justicia: Cárcel, una estación a suprimir

La violencia carcelaria forma parte de la última guerra de este mundo y de la abolición de las cárceles (zonas de infierno del mundo) es un momento clave de la pacificación cristiana, según dijo Jesús: “El Espíritu del Señor me ha ungido para liberar a los encarcelados…” (Lc 4, 18).

Vivimos en una sociedad que quiere extender sobre el mundo el ideal de la igualdad-libertad-fraternidad, pero seguimos sometidos a una guerra intensa entre el sistema social dominante y ciertos grupos que parecen peligrosos, a los que se expulsa y/o encarcela. Así logramos un tipo de paz social, pero a costa de “encerrar” (en general ya no matamos) a los que nos estorban.

El sistema ha puesto la propiedad, producción y consumo de bienes al servicio del capital, diciendo que quiere libertad para todos (liberalismo), pero imponiendo un fuerte cautiverio sobre muchos hombres y mujeres a quienes afirma servir. En esa línea, de un modo “consecuente”, para mantener su estructura y la forma de vida de los privilegiados, el Estado (representante del “buen” sistema) expulsa y encierra cada día a más personas en la cárcel, respondiendo con su “guerra” penitencial a la presunta guerra criminal de los encarcelados.

Estamos ante una guerra sin precedentes. Podríamos haber ordenado la cultura al servicio de la vida compartida, en línea de evangelio; pero la hemos puesto, en general, al servicio de un sistema que se defiende (defiende a sus privilegiados), valiéndose para ello de la cárcel. Ciertamente, muchos encarcelados pueden ser y son culpables en línea de sistema, pues son un peligro para el orden social. Pero, en general, ellos son hombres no-insertados, seres que están fuera del tejido social, a veces por su “culpa” (se han separado ellos), pero, casi siempre, a causa de la sociedad (que les expulsa o no logra integrarles).

Por eso, la guerra carcelaria no puede resolverse con una simple re-inserción (y re-educación) de los delincuentes (como pide la Constitución Española, num. 25, 2), sino que exige un cambio de la sociedad en su conjunto. El ideal de paz israelita (asumido por Jesús, según Lc 4, 18-19), la paz mesiánica exige la apertura y superación de este tipo de cárceles, con lo que ello implica de cambio social: no puede ser una vuelta a la situación anterior (a la injusticia del orden actual), sino una gran transformación, una nueva forma de diálogo y encuentro entre el conjunto social y los encarcelados (es decir, entre todos), de manera que puedan surgir vínculos y redes de amor/solidaridad que antes no existían. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

liberador

Pentecostés (C) Juan 14, 15-16.23b-26

INVOCACIÓN

JOSÉ ANTONIO PAGOLA, vgentza@euskalnet.net

SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

 

ECLESALIA, 19/05/10.- Ven Espíritu Creador e infunde en nosotros la fuerza y el aliento de Jesús. Sin tu impulso y tu gracia, no acertaremos a creer en él; no nos atreveremos a seguir sus pasos; la Iglesia no se renovará; nuestra esperanza se apagará. ¡Ven y contágianos el aliento vital de Jesús!

Ven Espíritu Santo y recuérdanos las palabras buenas que decía Jesús. Sin tu luz y tu testimonio sobre él, iremos olvidando el rostro bueno de Dios; el Evangelio se convertirá en letra muerta; la Iglesia no podrá anunciar ninguna noticia buena. ¡Ven y enséñanos a escuchar sólo a Jesús!

Ven Espíritu de la Verdad y haznos caminar en la verdad de Jesús. Sin tu luz y tu guía, nunca nos liberaremos de nuestros errores y mentiras; nada nuevo y verdadero nacerá entre nosotros; seremos como ciegos que pretenden guiar a otros ciegos. ¡Ven y conviértenos en discípulos y testigos de Jesús!

Ven Espíritu del Padre y enséñanos a gritar a Dios "Abba" como lo hacía Jesús. Sin tu calor y tu alegría, viviremos como huérfanos que han perdido a su Padre; invocaremos a Dios con los labios, pero no con el corazón; nuestras plegarias serán palabras vacías. ¡Ven y enséñanos a orar con las palabras y el corazón de Jesús!

Ven Espíritu Bueno y conviértenos al proyecto del "reino de Dios" inaugurado por Jesús. Sin tu fuerza renovadora, nadie convertirá nuestro corazón cansado; no tendremos audacia para construir un mundo más humano, según los deseos de Dios; en tu Iglesia los últimos nunca serán los primeros; y nosotros seguiremos adormecidos en nuestra religión burguesa. ¡Ven y haznos colaboradores del proyecto de Jesús!

Ven Espíritu de Amor y enséñanos a amarnos unos a otros con el amor con que Jesús amaba. Sin tu presencia viva entre nosotros, la comunión de la Iglesia se resquebrajará; la jerarquía y el pueblo se irán distanciando siempre más; crecerán las divisiones, se apagará el diálogo y aumentará la intolerancia. ¡Ven y aviva en nuestro corazón y nuestras manos el amor fraterno que nos hace parecernos a Jesús!

Ven Espíritu Liberador y recuérdanos que para ser libres nos liberó Cristo y no para dejarnos oprimir de nuevo por la esclavitud. Sin tu fuerza y tu verdad, nuestro seguimiento gozoso a Jesús se convertirá en moral de esclavos; no conoceremos el amor que da vida, sino nuestros egoísmos que la matan; se apagará en nosotros la libertad que hace crecer a los hijos e hijas de Dios y seremos, una y otra vez, víctimas de miedos, cobardías y fanatismos. ¡Ven Espíritu Santo y contágianos la libertad de Jesús! (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

 

INVOCAÇÃO

José Antonio Pagola. Tradução: Antonio Manuel Álvarez Pérez

Vem Espírito Criador e infunde em nós a força e o alento de Jesus. Sem o Teu impulso e a Tua graça, não conseguiremos acreditar Nele; não nos atreveremos a seguir os Seus passos; a Igreja não se renovará; a nossa esperança apagar-se-á. Vem e contagia-nos com o alento vital de Jesus!

Vem Espírito Santo e recorda-nos as palavras boas que dizia Jesus. Sem a Tua luz e o Teu testemunho sobre Ele, iremos esquecendo o rosto bom de Deus; o Evangelho irá converter-se em letra morta; a Igreja não poderá anunciar boas novas. Vem e ensina-nos a só escutar a Jesus!

Vem Espírito da Verdade e faz-nos caminhar na verdade de Jesus. Sem a Tua luz e a Tua guia, nunca nos libertaremos dos nossos erros e mentiras; nada novo e verdadeiro nascerá entre nós; seremos como cegos que pretendem guiar a outros cegos. Vem e converte-nos em discípulos e testemunhas de Jesus!

Vem Espírito do Pai e ensina-nos a gritar a Deus "Abba" como o fazia Jesus. Sem o Teu calor e a Tua alegria, viveremos como órfãos que perderam o seu Pai; invocaremos a Deus com os lábios, mas não com o coração; as nossas orações serão palavras vazias. Vem e ensina-nos a orar com as palavras e o coração de Jesus!

Vem Espírito Bom e converte-nos ao projecto do "reino de Deus" inaugurado por Jesus. Sem a Tua força renovadora, ninguém converterá o nosso coração cansado; não teremos audácia para construir um mundo mais humano, segundo os desejos de Deus; na Tua Igreja os últimos nunca serão os primeiros; e nós seguiremos adormecidos na nossa religião burguesa. Vem e faz-nos colaboradores do projecto de Jesus!

Vem Espírito de Amor e ensina-nos a amar-nos uns aos outros com o amor com que Jesus amava. Sem a Tua presença viva entre nós, a comunhão da Igreja se partirá; a hierarquia e o povo irão distanciar sempre mais; crescerão as divisões, e apagar-se-á o diálogo e aumentará a intolerância. Vem e aviva nos nossos corações e nas nossas mãos o amor fraterno que nos faz parecer-nos a Jesus!

Vem Espírito Libertador e recorda-nos que para ser livres fomos libertados por Cristo e não para deixar-nos oprimir de novo pela escravidão. Sem a Tua força e a Tua verdade, o nosso seguir a Jesus irá converter-se em moral de escravos; não conheceremos o amor que dá vida, mas apenas os nossos egoísmos que a matam; apagar-se-á em nós a liberdade que faz crescer os filhos e filhas de Deus e seremos, uma e outra vez, vítimas de medos, cobardias e fanatismos. Vem Espírito Santo e contagia-nos com a liberdade Jesus!

 

INVOCAZIONE

José Antonio Pagola. Traduzione: Mercedes Cerezo

Vieni, Spirito Creatore, e infondi in noi la forza e il soffio vitale di Gesù. Senza il tuo impulso e la tua grazia, non arriveremo a credere in lui, non avremo il coraggio di seguire i suoi passi; la Chiesa non si rinnoverà; la nostra speranza si spegnerà. Vieni, e trasmettici il soffio vitale di Gesù!

Vieni, Spirito Creatore, e ricordaci le parole buone che diceva Gesù. Senza la tua luce e la tua testimonianza su di lui, dimenticheremo il volto di bontà di Dio; l’Evangelo diventerà lettera morta; la Chiesa non potrà annunciare alcuna buona notizia. Vieni, e insegnaci ad ascoltare solo Gesù!

Vieni, Spirito di Verità, e aiutaci a camminare nella verità di Gesù. Senza la tua luce e la tua guida, non ci libereremo mai dai nostri errori e dalle nostre menzogne; nulla di nuovo e di vero nascerà tra di noi; saremo come ciechi che pretendono di guidare altri ciechi. Vieni, e convertici in discepoli e testimoni di Gesù!

Vieni, Spirito del Padre, e insegnaci a gridare a Dio “Abbà”, come faceva Gesù. Senza il tuo calore e la tua gioia, vivremo come orfani che hanno perso il Padre; invocheremo Dio con le labbra, ma non con il cuore; le nostre preghiere saranno parole vuote. Vieni, e insegnaci a pregare con le parole e il cuore di Gesù!

Vieni, Spirito Buono, e convertici al progetto del “regno di Dio” inaugurato da Gesù. Senza la tua forza rinnovatrice, nessuno convertirà il nostro cuore stanco; non avremo il coraggio per costruire un mondo più umano, secondo i desideri di Dio; nella tua Chiesa, gli ultimi non saranno mai i primi; e noi continueremo a vivere addormentati nella nostra religione borghese. Vieni, e rendici collaboratori del progetto di Gesù!

Vieni, Spirito di Amore, e insegnaci ad amarci gli uni gli altri con l’amore con il quale amava Gesù. Senza la tua presenza viva tra di noi, la comunione della Chiesa si sgretolerà; la gerarchia e il popolo si distanzieranno sempre di più; cresceranno le divisioni, si spegnerà il dialogo e aumenterà l’intolleranza. Vieni, e ravviva nel nostro cuore e nelle nostre mani l’amore fraterno che ci fa assomigliare a Gesù!

Vieni, Spirito Liberatore, e ricordaci che Gesù ci ha liberati perché fossimo liberi e non per lasciarci opprimere di nuovo dalla schiavitù. Senza la tua forza e la tua verità, la nostra sequela gioiosa di Gesù diventerà morale di schiavi; non conosceremo l’amore che dà vita, ma i nostri egoismi che la uccidono; si spegnerà in noi la libertà che fa crescere le figlie e i figli di Dio e saremo, prima o poi, vittime di paure, vigliaccherie e fanatismi. Vieni, Spirito Santo, e trasmettici la libertà di Gesù!

 

INVOCATION

José Antonio Pagola, Traducteur: Carlos Orduna, csv

Viens Esprit Créateur, et répands en nous la force et l’élan de Jésus. Sans ton élan et sans ta grâce, nous ne réussirons pas à croire en lui ; nous n’oserons pas suivre ses traces ; l’Eglise ne se renouvellera pas; notre espérance s’éteindra. Viens et communique-nous l’élan vital de Jésus!

Viens Esprit Saint, et rappelle-nous les bonnes paroles que Jésus prononçait. Sans ta lumière et sans ton témoignage sur lui, nous risquons d’oublier le visage bon de Dieu ; l’Evangile deviendra lettre morte ; l’Eglise ne pourra annoncer aucune bonne nouvelle. Viens et apprends-nous à n’écouter que Jésus !

Viens Esprit de Vérité, et fais-nous marcher dans la vérité de Jésus. Sans ta lumière et sans ton accompagnement, nous ne nous libérerons jamais de nos erreurs et de nos mensonges ; rien de neuf ni de vrai ne naîtra parmi nous; nous serons comme des aveugles qui prétendent guider d’autres aveugles. Viens et fais de nous des disciples et des témoins de Jésus !

Viens Esprit du Père, et apprends-nous à crier vers Dieu “Abba” comme Jésus le faisait. Sans ta chaleur, sans ta joie, nous vivrons comme des orphelins ayant perdu leur père ; nous invoquerons Dieu des lèvres mais pas avec le cœur; nos prières seront de vaines paroles. Viens et apprends-nous à prier avec les mots et le cœur de Jésus!

Viens Esprit de bonté, et convertis-nous au projet du “royaume de Dieu” inauguré par Jésus. Sans ta force rénovatrice, personne ne pourra changer notre cœur fatigué; nous manquerons d’audace pour construire un monde plus humain, selon les désirs de Dieu; jamais dans ton Eglise, les derniers seront premiers ; et nous continuerons à somnoler dans notre religion bourgeoise. Viens et fais de nous des collaborateurs du projet de Jésus!

Viens Esprit d’Amour, et apprends-nous à nous aimer les uns les autres de l’amour dont Jésus nous a aimés. Sans ta présence vivante parmi nous, la communion de l’Eglise se brisera ; la hiérarchie et le peuple s’éloigneront de plus en plus l´un de l´autre; les divisions s’accroîtront, le dialogue s’éteindra et l’intolérance augmentera. Viens et ravive dans nos cœurs et dans nos mains, l’amour fraternel qui nous fait ressembler à Jésus!

Viens Esprit Libérateur, et rappelle-nous que c’est pour être libres que le Christ nous a libérés et non pas pour laisser l’esclavage nous opprimer à nouveau. Sans ta force, sans ta vérité, notre marche joyeuse à la suite de Jésus deviendra une morale d’esclaves ; nous ne connaîtrons pas l’amour qui donne vie, mais plutôt nos égoïsmes qui la tuent ; en nous, s’éteindra cette liberté qui fait grandir les fils et les filles de Dieu, et nous serons encore (les) victimes de(s) peurs, de(s) lâchetés et de(s) fanatismes. Viens Esprit Saint et envahis-nous de la liberté de Jésus!

 

C INVOCATION – COME, HOLY SPIRIT

José Antonio Pagola. Translator: José Antonio Arroyo

Come, Holy Spirit Creator, and pour into us the strength and the breath of Jesus. Without your inspiration and grace, we will never believe in Him; we will never learn to follow in His footsteps; the church will not be renewed and our hope will fade. Come and share with us the vital Spirit of Jesus.

Come, Holy Spirit, and remind us about all the good words that Jesus spoke. Without your light and witness about Him, we shall, little by little, forget the good face of God; the gospel will become like dead language, and the church will not be able to bring the Good News. Come and teach us to listen only to Jesus.

Come, Spirit of Truth, and help us walk in the truth of Jesus. Without your light and guidance, we shall never be freed from our own errors and lies; we shall not bring out anything new or true; we will be like blind people leading other blind. Come, and make of us true disciples and witnesses of Jesus.

Come, Spirit of the Father, and teach us to cry to God “Abba!” as Jesus did. Without your warmth and joy, we will live like orphans who have lost their father; we shall invoke his name with our lips, not with our hearts; our prayers will be empty words. Come and teach us to pray in the words and the heart of Jesus.

Come, Good Spirit, and bring us into Jesus’ project of the Kingdom of God. Without your renewing strength, no one will change our tired hearts; we will never muster enough strength to build a more humane world, as God wants; within your church, the last will never be first; we shall continue to be pleased with our bourgeois Church. Come, and make us partners in Jesus’ project.

Come, Spirit of Love, and teach us to love one another the way Jesus loved. Without his living presence among us, communion within our Church will cease; the hierarchy and the people will get further apart; there will be divisions, less dialogue and intolerance will grow. Come, Spirit, and bring life into our hearts so that our hands may show and spread the brotherly love

Jesus taught us.

Come, Liberating Spirit, and remind us about Jesus who came to liberate us and to continue helping others to be free. Without your strength and truth, our joyful following of Jesus will become a pack of slaves; we won’t know the joy of life, but only the selfishness that kills; there will be no in us freedom to help our children of God to grow and we shall, time and again, become victims of fear, cowardice and fanaticism. Come, Holy Spirit, and imbibe in us the freedom of Jesus!

 

ESPIRITU SANTUARI DEI

José Antonio Pagola. Itzultzailea: Dionisio Amundarain

Zatoz, Espiritu kreatzailea, eta isuri gu baitan Jesusen indarra eta hatsa. Zure eraginik eta laguntzarik gabe, ezin dugu harengan sinetsi; ezin ausartu gara haren urratsei jarraitzera: Eliza ez da eraberrituko; gure esperantza itoko da. Zatoz eta kutsa gaitzazu Jesusen bizi-hatsez!

Zatoz, Espiritu Santua, eta ekarri guri gogora Jesusek esan ohi zituen hitz onak. Zure argirik eta harekiko zure testigutzarik gabe, ahaztuz joanen gara Jainkoaren aurpegi ona; letra hil bihurtuko da Ebanjelioa; Elizak ezin hots eginen du albiste onik. Zatoz eta irakats iezaguzu Jesusi bakarrik entzuten!

Zatoz, Egiaren Espiritua, eta egizu Jesusen egian ibil gaitezen. Zure argirik eta gidaritzarik gabe, ezin izanen gara sekula geure erroretik eta gezurretik libratu; ez da ezer berririk eta egiazkorik gu baitan erneko; itsuaurreko izan nahi duen itsuaren antzeko izanen gara. Zatoz eta bihur gaitzazu Jesusen ikasle eta testigu!

Zatoz, Aitaren Espiritua, eta irakats iezaguzu Jainkoari «Abba» esaten, Jesusek egin ohi zuen bezala. Zure berotasunik eta zure alaitasunik gabe, beren Aita galdu duten umezurtzak bezalako izanen gara; ezpainez dei eginen diogu Jainkoari, baina ez bihotzez; gure otoitza hitz huts izanen da. Zatoz eta irakats iezaguzu Jesusen hitzez eta bihotzaz otoitz egiten!

Zatoz, Ontasun Espiritu, eta bihur gaitzazu Jesusek estreinatu zuen «Jainkoaren erreinuaren» egitasmora. Zure indar eraberritzailerik gabe, inork ez du bihurtuko gure bihotz nekatua; ez dugu ausardiarik izanen mundu gizatarragoa eraikitzeko, Jainkoak nahi bezala; zure Elizan azkenak ez dira sekula lehenengo izanen; eta guk erdi lo jarraituko dugu geure erlijio burgesean. Zatoz eta egin gaitzazu lankide Jesusen egitasmoan!

Zatoz, Maitasun Espiritua, eta irakats iezaguzu elkar maitatzen, Jesusek maite ohi zuen maitasunez. Zu gure artean bizitasunez bizi gabe, Elizaren komunioa zartatu eginen da; hierarkia eta herria urrunduz joanen dira gero eta gehiago; zatiketa handitu eginen da, elkarrizketa itoko eta intolerantzia haziko. Zatoz eta biziaraz ezazu gure bihotzean eta gure eskuetan Jesusen antzeko eginen gaituen haurride-maitasuna!

Zatoz, Espiritu Askatzailea, eta gogorazi guri aske izateko askatu gintuela Kristok eta ez esklabotzak berriro zapaldu gaitzan uzteko. Zure indarrik eta zure egiarik gabe, Jesusekiko gure jarraitze gozoa esklaboen moral bilakatuko da; ez dugu ezagutuko bizia dakarren maitasuna, baizik bizia hiltzen duen geurekoikeria; ito eginen da gu baitan Jainkoaren seme-alabak hazarazten dituen askatasuna eta, beste behin, beldurraren, koldarkeriaren eta fanatismoaren biktima izanen gara. Zatoz, Espiritu Santua, eta kutsa gaitzazu Jesusen askatasunez!

 

INVOCACIÓ

José Antonio Pagola. Traductor: Francesc Bragulat

Vine Esperit Creador i infon en nosaltres la força i l'alè de Jesús. Sense el teu impuls i la teva gràcia, no encertarem a creure en ell, no ens atrevirem a seguir els seus passos, l'Església no es renovarà, la nostra esperança s'apagarà. Vine i encomana'ns l'alè vital de Jesús!

Vine Esperit Sant i recorda'ns les paraules bones que deia Jesús. Sense la teva llum i el teu testimoni sobre ell, anirem oblidant el rostre bo de Déu; l'Evangeli es convertirà en lletra morta, l'Església no podrà anunciar cap notícia bona. Vine i ensenya'ns a escoltar només Jesús!

Vine Esperit de la Veritat i fes-nos caminar en la veritat de Jesús. Sense la teva llum i el teu guiatge, mai ens alliberarem dels nostres errors i mentides, res de nou i veritable naixerà entre nosaltres; serem com cecs que pretenen guiar altres cecs. Vine i converteix-nos en deixebles i testimonis de Jesús!

Vine Esperit del Pare i ensenya-ns a dir a Déu "Abba" com ho feia Jesús. Sense la teva escalfor i la teva alegria, viurem com orfes que han perdut el seu Pare; invocarem Déu amb els llavis, però no amb el cor; les nostres pregàries seran paraules buides. Vine i ensenya'ns a pregar amb les paraules i el cor de Jesús!

Vine Esperit Bo i converteix-nos al projecte del "regne de Déu" inaugurat per Jesús. Sense la teva força renovadora, ningú convertirà el nostre cor cansat; no tindrem audàcia per construir un món més humà, segons els desitjos de Déu; a la teva Església els últims no seran mai els primers, i nosaltres seguirem endormiscats en la nostra religió burgesa. Vine i fes-nos col•laboradors del projecte de Jesús!

Vine Esperit d'Amor i ensenya'ns a estimar-nos els uns als altres amb l'amor amb que Jesús estimava. Sense la teva presència viva entre nosaltres, la comunió de l'Església s'esquerdarà, la jerarquia i el poble s'aniran distanciant sempre més; creixeran les divisions, s'apagarà el diàleg i augmentarà la intolerància. Vine i atia en el nostre cor i les nostres mans l'amor fratern que ens fa semblar a Jesús!

Vine Esperit Alliberador i recorda'ns que Crist ens va alliberar per a ser lliures i no per deixar-nos oprimir de nou per l'esclavitud. Sense la teva força i la teva veritat, el nostre seguiment joiós de Jesús es convertirà en moral d'esclaus; no coneixerem l'amor que dóna vida, sinó els nostres egoismes que la maten; s'apagarà en nosaltres la llibertat que fa créixer els fills i filles de Déu i serem, una i altra vegada, víctimes de pors, de covardies i de fanatismes. Vine Esperit Sant i encomana'ns la llibertat de Jesús!

 

en marcha I

En 'Ediciones Khaf'

NUEVE ESTACIONES

Presentación de “El Camino de la Paz” de Xabier Pikaza

XABIER PIKAZA, pikazena@telefonica.net

SALAMANCA.

 

ECLESALIA, 18/05/10.- Este libro consta de dos partes: (a) Una introducción teórica sobre el origen de la violencia y la búsqueda de paz, desde una perspectiva filosófica, social y religiosa. (b) Un itinerario concreto, con doce estaciones que marcan los momentos básicos del Camino de la Paz, desde una perspectiva cristiana. Se trata de un libro pedagógico, para el estudio y la reflexión, pero también el compromiso creyente, en diálogo con aquellos hombres y mujeres que, de formas distintas, aspiran a la paz. A modo de resumen, presentamos el contenido básico de las nueve últimas estaciones de ese Tren de la Paz que he querido poner en marcha con este libro.

1. Paz y justicia económica. Una huelga universal de pobres

En la base de toda guerra hay casi siempre un conflicto económico. Lógicamente, la marcha en el tren de la paz exige un cambio esencial: que los hombres y mujeres aprendan a integrar el “mío y tuyo” en un “nuestro”, es decir, en una comunión de bienes y personas, es decir, que los pobres acojan a los ricos, ofreciéndolos lo mejor que ellos tienen, y que los ricos compartan lo que tienen con los pobres, pues de lo contrario el tren de la paz estallará en plena marcha.

1 Una huelga universal. Hasta ahora, en los últimos milenios y de un modo especial en los dos siglos finales, la economía dominante ha estado marcada por el dominio del capital y el mercado, que han impuesto su dictado desde arriba sobre el conjunto de los hombres y la tierra, al servicio del sistema. Del único mundo (one world), que nos precedía y engendraba, con sus signos divinos, como madre providente, hemos pasado al único mercado (one market), que nosotros mismos instauramos, como dioses pequeños, dispuestos a comprarlo y a venderlo todo (como decía Kant). Nada se hereda y comparte gratuitamente, todo se compra y se vende. Pues bien, en ese contexto, el evangelio de Jesús implica una ruptura radical de gracia y debe expresarse a través de una fuerte decisión económica.

En este mundo “viejo” se ha podido decir que los bienes básicos de una población (o de la humanidad) no son los naturales (recibidos de forma gratuita), sino los producidos de manera técnica y comprados a través del único mercado, que regula desde arriba (por imposición) los recursos y bienes de la humanidad. De esa forma hemos pasado de la naturaleza madre a la empresa madrastra, dirigida por el capital y dominada mercado. La madre naturaleza regalaba a todos sol y lluvia (cf. Mt 5, 46 par), pero la industria y el mercado ofrecen casi todo muy pocos y casi nada a muchos. Con su sabiduría natural, la tierra había mantenido hasta el momento su oferta y así hemos nacido y crecido en ella, a pesar de nuestras violencias. Pero el mercado que nosotros hemos producido puede necesitar la muerte de miles de millones de personas, a no ser que cambiemos su estructura actual. En ese contexto se inscribe la “decisión” de Jesús, la tarea del Reino.

Las revoluciones marxistas de principios y mediados del siglo XX han fracasado (por errores propios y por presiones ajenas) dejando en la actualidad un vacío, con la sensación de que nada se puede cambiar, pues el nuevo capitalismo lo ha dominado todo. Pues bien, ese nuevo capitalismo está en crisis (año 2010), de manera que son muchos los que piensan que no puede haber una revolución económica, sino que estamos condenados a un tipo de guerra económica sin fin. Para evitar el colapso de la economía (con el riesgo que implica para miles de millones de personas), debemos realizar una profunda inversión (cambio de rumbo), de manera que el capital se ponga al servicio de los hombres, no en línea de compra/venta, sino de comunicación personal. Para ello debemos iniciar una “salida” y protesta, es decir, tomando la decisión de declarar una huelga general (universal), contra las leyes y normas del capital y del mercado, dejando de colaborar con el sistema y abandonando la “ciudad de opresión” (como pedía Mc 13, 14 y Ap 18, 4).

No se trata de tomar el poder económico/político para cambiarlo (como quiso Lenin en Rusia, el año 1917), sino de superar el poder económico, a través de un rechazo (una salida), al modo de Jesús, no para dejar de trabajar o para pedir simplemente salarios más altos (cosa que ha sido a menudo conveniente), sino para abrir nuestra mente y corazón a otros valores, para trabajar de una forma distinta y producir de otra manera, al servicio de los hombres (los pobres) y no del mercado capitalista o de la seguridad militar.

No será una huelga para no trabajar, sino para trabajar de otra manera, de un moco humano, con finalidades humanas. No será una huelga contra nadie, sino a favor de todos, desde los más pobres, en la línea de los itinerantes de Jesús, campesinos sin campo ni trabajo, que se unían para compartir, iniciando una nueva solidaridad y comunicación, para curar a los ricos. No será huelga para romper máquinas e incendiar casas o cosechas, sino para poner máquinas/casas/cosechas al servicio de todos, una huelga sanadora que pueda transformar incluso a los antiguos propietarios (¡capitalistas!). Sólo así podrá lograr una nueva economía mundial, que no esté al servicio del Imperio (capital, mercado), sino de todos los hombres y pueblos, empezando por los pobres, en una línea de paz.

 Ciertamente, la solución de los problemas de la humanidad no es sólo económica, pero sin una nueva economía, al servicio de todos los hombres, a partir de los más pobres, seguiremos en riesgo de guerra. Para que ese riesgo cese debe cambiar el modelo actual de economía del sistema y eso sólo se puede conseguir haciendo que ella “suba de nivel” a través de una mutación humana como la de Jesús. Eso significa que tenemos que abandonar el trabajo al servicio del sistema (como lo abandonaron los primeros seguidores de Jesús), pero no por rechazo destructor (quemando las mieses, derribando las fábricas, matando a los propietarios…), como a veces se ha hecho, sino creando formas de economía alternativa. Ciertamente, Jesús no vino a cambiar el tipo exterior de economía en cuanto tal, pero su propuesta (su gran “huelga” evangélica), vinculada a los campesinos sin campo y desplegada a modo de movimiento mesiánico, puede y debe ser principio de transformación económica.

2. Paz religiosa, una Palabra transparente

El objetivo anterior (paz económica) sólo puede alcanzarse a través de la palabra, es decir, de una conversión, meta-noia, o cambio de mente, como supone y proclama el evangelio (cf. Mc 1, 14-15); por eso, el tren de la paz ha de parar en la estación del pensamiento/palabra, en la que he querido situar también la religión, que aquí concibo como experiencia radical de palabra compartida.

Hombres y mujeres han nacido y se han desarrollado como seres libres, dotados de conciencia, a través de la reflexión y la comunicación verbal y afectiva, que les hace personas, capaces de crear una comunión igualitaria (o de matarse sin fin). En ese contexto, debemos recordar que primera violencia, que la Biblia ha condensado de un modo simbólico en la historia de Abel y Caín (cf. Gen 4), nació de una palabra fracasada, de una carencia de comunicación, que desembocó en la muerte de uno de ellos. Pues bien, esa carencia o rechazo de la comunicación sigue pesando como fondo y principio de todas las violencias, dentro de un mundo duro, donde corremos el riesgo de que se imponga sobre todos los hombres y mujeres la red de un pensamiento único (dominador), que sacralice la mentira y no nos deje compartir la vida en paz.

En ese contexto se sitúa un pasaje importante de la Carta de Santiago, un documento esencial del Nuevo Testamento, que define la religión (thrêskeia) como experiencia de amor que se abre a los huérfanos y viudas, es decir, a los necesitados. «La religión pura e incontaminada delante del Dios y Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en su aflicción, y no contaminarse con la impureza del mundo (Sant 1 27).    

La religión es, según eso, comunicación de amor, que se abre de un modo trasparente a los rechazados de una sociedad que les expulsa, volviéndose impura. Según eso, la impureza no pertenece a los marginados (huérfanos, viudas…), sino más bien a quienes les marginan, con obras y palabras. Pues bien, este contexto, Santiago 3, 5-8 sigue diciendo la religión se identifica con la sabiduría que proviene de la lengua, es decir, de la palabra que no ofende, sino que dice y escucha con justicia y misericordia, haciendo la paz.

En el principio de la contaminación está según eso “la lengua mala”, que ofende, separa y divide, siendo así el origen de todos los pecados (como dice también Pablo en Rom 1, 18-32). Pero Santiago sabe que, en contra de esa mala lengua, hay también una lengua buena, relacionada con la Sabiduría, propia de aquellos que hacen la paz (poiousin eirênên: Sant 3, 18), viniendo a presentarse de esa forma como pacificadores (eirênopoioi: cf. Mt 5, 7). Según eso, la verdadera religión es aquella que se expresa en la Palabra de comunión, creadora de paz.

3. Comunicación univerasal, alianza de religiones

La religión de Jesús no es un pacto poderes (en la línea de Hobbes), ni un tratado de intereses comerciales (en la línea de Kant), sino una Alianza gratuita de personas que acogen, regalan y gozan la vida. Los cristianos no se contentan con eso que algunos han llamado una Alianza de Civilizaciones (en el sentido político), sino que son (han de ser) en sí mismos Alianza de Vida.

El sistema dominante de la actualidad es la economía unificada del capitalismo, donde no se puede hablar de “alianza” entre personas, sino de pactos de interés y de imposición del capital sobre pueblos y personas. En contra de eso, la religión es ante todo alianza:

1. Una alianza, varias religiones. Los griegos sabían que, para triunfar, “no es bueno que manden muchos, sino que debe haber un jefe...” (Ilíada II, 204). Pero el cristianismo no busca el mando, sino la acogida del misterio y la fraternidad (cf. Mt 23, 1-9). Desde ese fondo, siguiendo un modelo de “arco iris” (cada color es bello estando al lado de otros), la verdad de una religión no se opone a la verdad de otra, sino que las dos son verdaderas precisamente por ser distintas. Según eso, lass religiones se definen y distinguen como experiencias de diálogo en gratuidad, de manera que en el momento en se imponen se vuelven mentira. Más que el triunfo propio, como religión aislada, la iglesia católica ha de buscar el bien de los creyentes de otras religiones, para que todos juntos puedan expresar mejor la alianza plural de la Vida y la riqueza del amor de Dios.

2. Nos une la mística, Dios es misterio. Las religiones vinculan a los creyentes y se vinculan entre sí a través de lo que tienen de más hondo, en línea de mística, superando así el nivel de una racionalidad impositiva. En ese sentido, en el camino de la alianza, los cristianos pueden y deben colaborar en la búsqueda de una “paz mística”, fundada en la experiencia de Dios (o del misterio de vida), vinculándose así con los creyentes de otras religiones, que buscan y exploran también la experiencia del misterio (como los hindúes, budistas, musulmanes…). Esa alianza no es producto de una razón triunfante que se impone sobre los demás, sino experiencia de gracia, es decir, de iluminación superior y de comunicación personal, como saben los contemplativos y/o amantes.

3. Alianza desde los pobres. En el punto de partida del judaísmo, cristianismo e Islam hay una experiencia de liberación de los pobres (hebreos oprimidos en Egipto, enfermos y pobres del entorno de Jesús, oprimidos de la Meca). Este recuerdo ha de estar en el principio de la alianza de estas religiones y de todas, de manera que los creyentes no nos unimos sólo desde el misterio, sino que debemos hacerlo también en el servicio a los pobres. De esa manera, creyentes de las diversas religiones tenemos que dejar en un segundo plano otros prejuicios y “dogmas” particularistas, para volver al origen de nuestras experiencias, buscando la paz que es alianza desde los pobres del mundo, no desde los poderes del sistema. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

Para más información: http://www.edicioneskhaf.es

andadura

Ascensión del Señor (C) Lucas 24, 46-53

CRECIMIENTO Y CREATIVIDAD

JOSÉ ANTONIO PAGOLA, vgentza@euskalnet.net

SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

 

ECLESALIA, 12/05/10.- Los evangelios nos ofrecen diversas claves para entender cómo comenzaron su andadura histórica las primeras comunidades cristianas sin la presencia de Jesús al frente de sus seguidores. Tal vez, no fue todo tan sencillo como a veces lo imaginamos. ¿Cómo entendieron y vivieron su relación con él, una vez desaparecido de la tierra?

Mateo no dice una palabra de su ascensión al cielo. Termina su evangelio con una escena de despedida en una montaña de Galilea en la que Jesús les hace esta solemne promesa: «Sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo». Los discípulos no han de sentir su ausencia. Jesús estará siempre con ellos. Pero ¿cómo?

Lucas ofrece una visión diferente. En la escena final de su evangelio, Jesús «se separa de ellos subiendo hacia el cielo». Los discípulos tienen que aceptar con todo realismo la separación: Jesús vive ya en el misterio de Dios. Pero sube al Padre «bendiciendo» a los suyos. Sus seguidores comienzan su andadura protegidos por aquella bendición con la que Jesús curaba a los enfermos, perdonaba a los pecadores y acariciaba a los pequeños.

El evangelista Juan pone en boca de Jesús unas palabras que proponen otra clave. Al despedirse de los suyos, Jesús les dice: «Yo me voy al Padre y vosotros estáis tristes... Sin embargo, os conviene que yo me vaya para que recibáis el Espíritu Santo». La tristeza de los discípulos es explicable. Desean la seguridad que les da tener a Jesús siempre junto a ellos. Es la tentación de vivir de manera infantil bajo la protección del Maestro.

La respuesta de Jesús muestra una sabia pedagogía. Su ausencia hará crecer la madurez de sus seguidores. Les deja la impronta de su Espíritu. Será él quien, en su ausencia, promoverá el crecimiento responsable y adulto de los suyos. Es bueno recordarlo en unos tiempos en que parece crecer entre nosotros el miedo a la creatividad, la tentación del inmovilismo o la nostalgia por un cristianismo pensado para otros tiempos y otra cultura.

Los cristianos hemos caído más de una vez a lo largo de la historia en la tentación de vivir el seguimiento a Jesús de manera infantil. La fiesta de la Ascensión del Señor nos recuerda que, terminada la presencia histórica de Jesús, vivimos "el tiempo del Espíritu", tiempo de creatividad y de crecimiento responsable. El Espíritu no proporciona a los seguidores de Jesús "recetas eternas". Nos da luz y aliento para ir buscando caminos siempre nuevos para reproducir hoy su actuación. Así nos conduce hacia la verdad completa de Jesús. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

 

CRESCIMENTO E CRIATIVIDADE

José Antonio Pagola. Tradução: Antonio Manuel Álvarez Pérez

Os evangelhos oferecem-nos diversas chaves para entender como começaram o seu percurso histórico as primeiras comunidades cristãs sem a presença de Jesus à frente dos Seus seguidores. Tal vez, não tenha sido tudo tão fácil como por vezes o imaginamos. Como entenderam e viveram a sua relação com Ele, uma vez desaparecido da terra?

Mateus não diz uma palavra da Sua ascensão ao céu. Termina o seu evangelho com uma cena de despedida numa montanha da Galileia na que Jesus lhes faz esta solene promessa: «Sabei que Eu estou com vós todos os dias até ao fim do mundo». Os discípulos não têm de sentir a Sua ausência. Jesus estará sempre com eles. Mas como?

Lucas oferece uma visão diferente. É a cena final do seu evangelho, Jesus «separa-se deles subindo em direcção ao céu». Os discípulos têm de aceitar com todo o realismo a separação: Jesus vive já no mistério de Deus. Mas sobe ao Pai «abençoando» os Seus. Os Seus seguidores iniciam o seu caminho, protegidos por aquela bênção com que Jesus curava os doentes, perdoava os pecadores e acariciava os pequenos.

O evangelista João coloca na boca de Jesus umas palavras que propõe outra chave. Ao despedir-se dos seus, Jesus diz-lhes: «Vou para o Pai e vós estais tristes... no entanto, é conveniente que Eu parta para que recebais o Espírito Santo». A tristeza dos discípulos é explicável. Desejam a segurança que lhes dá ter a Jesus sempre junto a eles. É a tentação de viver de forma infantil sob a protecção do Mestre.

A resposta de Jesus mostra uma sábia pedagogia. A Sua ausência fará crescer a maturidade dos Seus seguidores. Deixa-lhe a marca do Seu Espírito. Será Ele quem, na Sua ausência, promoverá o crescimento responsável e adulto dos seus. É bom recordá-lo nuns tempos em que parece crescer entre nós o medo à criatividade, a tentação do imobilismo ou a nostalgia por um cristianismo pensado para outros tempos e outra cultura.

Os Cristão, temos caído mais de uma vez ao largo da história na tentação de viver o seguir a Jesus de forma infantil. A festa da Ascensão do Senhor recorda-nos que, terminada a presença histórica de Jesus, vivemos "o tempo do Espírito", tempo de criatividade e de crescimento responsável. O Espírito proporciona-nos aos seguidores de Jesus "receitas eternas". Dá-nos a luz e alento para ir procurando caminhos sempre novos para reproduzir hoje a Sua actuação. Assim conduz-nos para a verdade completa de Jesus.

 

RESCITA E CREATIVITÀ

José Antonio Pagola. Traduzione: Mercedes Cerezo

Gli Evangeli ci offrono diverse chiavi per comprendere come hanno iniziato la loro avventura storica le prime comunità cristiane senza la presenza di Gesù davanti ai suoi seguaci. Forse, non fu tanto semplice come a volte immaginiamo. In che modo, una volta scomparso della terra, intesero e vissero il loro rapporto con lui,?

Matteo non dice una parola della sua ascensione in cielo. Conclude il suo evangelo con una scena di addio su una montagna di Galilea, nella quale Gesù fa loro questa solenne promessa: Ecco, io sono con voi tutti i giorni, fino alla fine del mondo. I discepoli non devono sentire la sua assenza. Gesù sarà sempre con loro. Ma come?

Luca offre una visione diversa. Nella scena finale del suo evangelo, Gesù si staccò da loro, salendo verso il cielo. I discepoli devono accettare realisticamente la separazione: Gesù vive ormai nel mistero di Dio. Ma sale al Padre benedicendo i suoi. I suoi seguaci cominciano la loro avventura protetti dalla benedizione con la quale Gesù guariva gli infermi, perdonava i peccatori e accarezzava i piccoli.

L'evangelista Giovanni pone in bocca a Gesù delle parole che propongono un'altra chiave. Nel salutare i suoi, Gesù dice loro: Io vado al Padre e voi siete tristi... Eppure è bene per voi che io vada, perché riceviate lo Spirito Santo. La tristezza dei discepoli è comprensibile. Desiderano la sicurezza che dà loro il fatto di avere Gesù sempre con loro. È la tentazione di vivere in maniera infantile sotto la protezione del Maestro.

La risposta di Gesù rivela una sapiente pedagogia. La sua assenza farà crescere la maturità dei suoi seguaci. Lascia loro l'impronta del suo Spirito. Sarà lui che, nella sua assenza, promuoverà la crescita responsabile e adulta dei suoi. È bene ricordarlo in tempi in cui sembra crescere fra di noi la paura della creatività, la tentazione dell'immobilismo o la nostalgia per un cristianesimo pensato per altri tempi e altra cultura.

Noi cristiani siamo caduti più di una volta lungo la storia nella tentazione di vivere alla sequela di Gesù in maniera infantile. La festa dell'Ascensione del Signore ci ricorda che, finita la presenza storica di Gesù, viviamo “nel tempo dello Spirito”, tempo di creatività e di crescita responsabile. Lo Spirito non offre ai seguaci di Gesù “ricette eterne”. Ci dà luce e coraggio per cercare vie sempre nuove per continuare oggi la sua opera. Così ci conduce verso la verità completa di Gesù.

 

CROISSANCE ET CREATIVITE

José Antonio Pagola, Traducteur: Carlos Orduna, csv

Les évangiles nous offrent plusieurs clés pour comprendre comment les premières communautés chrétiennes ont commencé leur marche historique sans la présence de Jésus à leur tête. Cela ne fut peut-être pas si simple que nous l’imaginons parfois. Une fois Jésus disparu de cette terre, comment les disciples ont-ils vécu et compris leur relation avec lui ?

Mathieu ne dit pas mot de son ascension dans le ciel. Son évangile prend fin avec une scène d’au revoir sur une montagne de Galilée où Jésus leur fait cette promesse solennelle : « Sachez que je suis avec vous tous les jours jusqu’à la fin des temps ». Les disciples ne doivent pas sentir son absence. Jésus sera toujours avec eux. Mais, comment ?

Luc offre une vision différente. Dans la scène finale de son évangile, Jésus « s’éloigne d’eux en montant au ciel ». Les disciples doivent accepter avec réalisme cette séparation : Jésus vit déjà dans le mystère de Dieu. Mais il monte vers le Père « en bénissant » les siens. Ses disciples commencent leur marche, protégés par cette bénédiction avec laquelle Jésus guérissait les malades, pardonnait aux pécheurs et caressait les petits.

L’évangéliste Jean met sur les lèvres de Jésus quelques paroles qui proposent une autre clé. En prenant congé des siens, Jésus leur dit : « Je vais vers le Père… et vous êtes tristes…Cependant, il convient que je m’en aille afin que vous receviez l’Esprit Saint ». La tristesse des disciples est explicable. Ils souhaitent l’assurance que donne le fait d’avoir Jésus toujours avec eux. C’est la tentation de vivre de façon infantile sous la protection du Maître.

La réponse de Jésus montre une sage pédagogie. Son absence fera grandir en maturité ses disciples. Il leur laisse la l’empreinte de son Esprit. C’est lui qui, pendant son absence, soutiendra la croissance responsable et adulte des siens. C’est bon de le rappeler en ces temps où la peur de la créativité, la tentation de l’immobilisme et la nostalgie d’un christianisme pensé pour d’autres temps et pour d’autres cultures, semblent s’accroître parmi nous.

Nous chrétiens, nous sommes tombés plus d’une fois, au long de l’histoire, dans la tentation de suivre Jésus de façon enfantine. La fête de l’Ascension du Seigneur nous rappelle que la présence historique de Jésus terminée, nous sommes en train de vivre « le temps de l’Esprit », temps de créativité et de croissance responsable. L’Esprit ne fournit pas aux disciples de Jésus des « recettes éternelles ». Il nous éclaire et nous anime pour que nous cherchions des chemins toujours nouveaux afin de reproduire aujourd’hui son action. C’est ainsi qu’il nous conduit vers la vérité tout entière de Jésus.

 

GROWTH AND CREATIVITY

José Antonio Pagola. Translator: José Antonio Arroyo

The Gospel narratives give us several cues to understand how the first Christian communities began to live and grow after Jesus had parted from them. Probably, it wasn’t as simple as we might often imagine. How did they relate to Him, after he had left this earth?

Matthew, for instance, doesn’t even use the word “ascension” into heaven. He finished his gospel with a farewell scene on a mountain of Galilee, during which Jesus makes a solemn promise to his disciples: “Know that I will be with you all the days until the end of the world.” His disciples should not feel that Jesus had left them: he would remain with them forever, but, how?

Luke, however, presents a different vision. In the last scene of his gospel, Jesus “withdrew from them and was carried up to heaven.” The disciples had to accept in all its reality the separation: Jesus is already past of God’s own mystery. But he went back to the Father “and he blessed them.” His followers began their own pilgrimage blessed and inspired by the power of Jesus, the one who cured the sick, forgave sinners and entertained children.

The evangelist John puts in Jesus’ mouth words that give us yet another clue. Bidding goodbye to his disciples, Jesus tells them: “I’m going to the Father and you are sad…But I must go back so that you may receive the Holy Spirit.” The disciples’ sadness is easy to understand. They want the security that Jesus’ presence had given them everywhere they went and now

feel the temptation of going on living like a child under the protection of its master.

Jesus’ answer shows a wise pedagogy. His absence will help his followers grow in maturity. Still He leaves them with his Spirit. And it is this Holy Spirit that will, in his absence, help them grow to be responsible adults. This is something all of us should remember at a time when we are experiencing some kind of reluctance to be creative, and we fall into the temptation of doing nothing or the nostalgia of a Christianity that was meant for other times and cultures.

Christians have lapsed more than once, all along history, into the temptation to live our following of Christ in a childlike manner. This feast day of the Ascension should help us to remember that, after Jesus ascended into heaven, we have been living the era of the Spirit, which should be a time for more creativity and responsibility. The Spirit can provide all the followers of Jesus with some “eternal recipes”. He will give us light and courage to go on finding new ways to reproduce today Jesus’ life and miracles. And that is the only Way to reveal Jesus’ Truth and Light.

 

HAZKUNDEA ETA SORMENA

José Antonio Pagola. Itzultzailea: Dionisio Amundarain

Ebanjelioek hainbat giltza eskaintzen digute ulertzeko, nola hasi zuten beren ibilbide historikoa lehen kristau-elkarteek, Jesus beren begi aurrean jadanik ez zutela. Agian, ez zen izan dena batzuetan imajinatu ohi dugun bezalakoa. Nola ulertu eta bizi izan zituzten Jesusekiko harremanak, hura lurretik desagertu zenetik?

Mateok ez dakar ezer Jesus zerura igotzeaz. Bere ebanjelioa Galileako mendi bateko agur-pasadizo batekin bukatu du, zeinetan Jesusek promes solemne hau egin baitie: «Jakizue zeuekin izango nauzuela ni egunero munduaren azkena arte». Ikasleek ez dute zertan sentitu haren absentzia. Berekin izanen dute Jesus beti. Baina, nola?

Beste ikusmolde bat agertu du Lukasek. Bere ebanjelioko azken pasadizoan, Jesus «apartatu egin da haiengandik, zerura igotzeko». Ikasleek bere horretan onartu behar dute apartatze hori: Jesus jadanik Jainkoaren misterioan bizi da. Baina bereak «bedeinkatuz» igo da Aitagana. Jarraitzaileek bedeinkazio haren babesean hasiko dute beren ibilbidea; bedeinkazio berarekin sendatzen baitzituen Jesusek gaixoak, barkatzen bekatariei, ferekatzen txikiak.

Joan ebanjelariak beste giltza bat proposatzen duten hitzak ezarri ditu Jesusen ahoan. Bereei agur esatean, Jesusek diotse: «Aitagana noa eta zuek triste zarete...Alabaina, komeni zaizu ni joatea, Espiritu Santua har dezazuen». Ulertzekoa da ikasleen tristura. Jesus beti berekin izateak demaien segurtasuna opa dute. Maisuaren babesean beti haur bizi nahi izatearen tentazioa da.

Jesusen erantzunak pedagogia jakintsua ageri du. Haren absentziak hazaraziko du haren jarraitzaileen heldutasuna. Bere Espirituaren zigilua utzi die. Jesusen absentzian, Espirituak eragingo du hareengan erantzulea eta heldua den bati dagokion hazkundea. Komeni da hau gogoratzea gure garai honetan, zeinetan ematen baitu gure artean sormenarekiko beldurra, immobilismoaren tentazioa edo beste aldi batzuetarako edo beste kultura baterako zen kristautasunaren nostalgia ari dela hazten.

Kristauok behin baino gehiagotan jo izan dugu, historian barna, Jesusekiko jarraipena haur-eran bizitzera. Jesusen Igokundeak gogorarazten digu ezen, Jesusen presentzia historikoa amaiturik, «Espirituaren aldia» bizi dugula, sormenaren eta hazkunde erantzulearen aldia. Espirituak ez digu eskaintzen Jesusen jarraitzaileoi «betirauneko errezetarik». Argia eta hatsa dakarkigu beti berriak diren bideen bila ibiltzeko, gaur egun Jesusen jarduera berregiteko. Horrela gidatzen gaitu Jesusen egia betera,

 

CREIXEMENT I CREATIVITAT

José Antonio Pagola. Traductor: Francesc Bragulat

Els evangelis ens ofereixen diverses claus per entendre com van començar la seva etapa històrica les primeres comunitats cristianes sense la presència de Jesús al capdavant dels seus seguidors. Potser, no va ser tot tan senzill com a vegades ho imaginem. Com van entendre i viure la seva relació amb ell, un cop desaparegut de la terra?

Mateu no diu ni una paraula de la seva ascensió al cel. Acaba el seu evangeli amb una escena de comiat en una muntanya de Galilea en què Jesús els fa aquesta solemne promesa: «Jo sóc amb vosaltres dia rere dia fins a la fi del món». Els deixebles no han de sentir la seva absència. Jesús estarà sempre amb ells. Però, com?

Lluc ofereix una visió diferent. A l'escena final del seu evangeli, Jesús «es va separar d'ells i fou endut cap al cel». Els deixebles han d'acceptar amb tot realisme la separació: Jesús viu ja en el misteri de Déu. Però puja al Pare «beneint» els seus. Els seus seguidors comencen el seu camí protegits per aquella benedicció amb la qual Jesús curava els malalts, perdonava els pecadors i acariciava els petits.

L'evangelista Joan posa en boca de Jesús unes paraules que proposen una altra clau. En acomiadar-se dels seus, Jesús els diu: «Però ara me'n vaig al qui m'ha enviat, i cap de vosaltres no em pregunta on vaig, encara que teniu el cor ple de tristesa... Amb tot, us dic la veritat: us convé que me'n vagi, perquè, si no me'n vaig, el Defensor no vindrà a vosaltres». La tristesa dels deixebles és explicable. Desitgen la seguretat que els dóna tenir Jesús sempre al seu costat. És la temptació de viure de manera infantil sota la protecció del Mestre.

La resposta de Jesús mostra una sàvia pedagogia. La seva absència farà créixer la maduresa dels seus seguidors. Els deixa l'empremta del seu Esperit. Serà ell qui, en la seva absència, promourà el creixement responsable i adult dels seus. És bo de recordar-ho en uns temps en què sembla créixer entre nosaltres la por a la creativitat, la temptació de l'immobilisme o la nostàlgia per un cristianisme pensat per a altres temps i per una altra cultura.

Els cristians hem caigut més d'una vegada al llarg de la història en la temptació de viure el seguiment de Jesús de manera infantil. La festa de l'Ascensió del Senyor ens recorda que, acabada la presència històrica de Jesús, vivim "el temps de l'Esperit", temps de creativitat i de creixement responsable. L'Esperit no proporciona als seguidors de Jesús "receptes eternes". Ens dóna llum i alè per anar buscant camins sempre nous per reproduir avui la seva actuació. Així ens condueix cap a la veritat completa de Jesús.

 

educarnos

EDUCACIÓN APASIONANTE

Aportaciones al pacto educativo desde el Grupo Milani

JOSÉ LUIS CORZO, director de “Educar(NOS)”, jlcorzo@telefonica.net

MADRID.

 

ECLESALIA, 10/05/10.- Esta carta –en nombre propio y de mis amigos– quiere cumplir un deber democrático en tiempos de Pacto educativo: ofrecer nuestro grano de arena.

El Grupo Milani se remonta a 1971 con la creación en Salamanca de la Casa-escuela Santiago Uno, inspirada en la pedagogía del italiano Lorenzo Milani maestro y cura de Barbiana (Florencia). En España se conoce su “Carta a una maestra (1967), con 13 ediciones en castellano, otras en Latinoamérica – Carta a una profesora –, varias en catalán y muchísimas traducciones más (incluido el chino, hindi, ruso…).

Desde 1982 somos un Movimiento de renovación pedagógica: Educadores Milanianos (MEM, o Grupo Milani). Desde el principio apoyamos la Reforma escolar para lograr una escuela única igual para todos (primero hasta los 14 y, luego, hasta los 16 años). Pero el fracaso escolar todavía nos duele y es demasiado alto en nuestro país.

Este es el tesoro pedagógico que descubrimos en Barbiana: que “nada hay tan injusto como tratar igual a quienes son desiguales” y que, por eso, la escuela de los últimos ha de ser la mejor: adherida a la vida real del periódico, de los chicos, de sus familias y del tercer mundo; como toda escuela básica, so pena de casi dañar más al empollón que al excluido. La escuela obligatoria es en sí misma compensatoria y (antes que dos salidas) ha de ofrecer a los últimos aumento de horario y calendario y los maestros más preparados.

Son aspectos que contienen novedades didácticas apasionantes: saber de economía (fábrica de la pobreza), lectura escolar de la actualidad y de la prensa, motivación social, dominio del lenguaje, escritura colectiva, trabajo cooperativo en el aula, entrevistas, viajes, gestiones, etc. Lo hemos explicado en libros y en muchos seminarios y cursos que aún ofrecemos a todos, junto a la revista trimestral Educar(NOS); sus 49 títulos monográficos adjuntos muestran su contenido.

Educar(NOS), con 1.200 ejemplares cada vez, es desde hace doce años (1998) una austera revista de voluntarios que necesita suscriptores, vive sin publicidad y apenas cubre los gastos de impresión y de correos. Su precio bianual (8 números) es de 24 euros, y cada número suelto (si lo hay), 3 euros. Se ofrece completa en la red: www.amigosmilani.es con foros, índices, bibliografía y textos de Lorenzo Milani en español.

Queremos dialogar con los lectores en la Web, en charro@amigosmilani.es, o en: MEM, c/ Santiago nº 1, 37008 Salamanca; y en los teléfonos: 923 228822 y 91 4026278.

Nos preocupa que, a pesar de la generosidad y del esfuerzo, este tesoro pedagógico siga escondido para muchos. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

Gracias por atender a esta carta.

 

por sus frutos

¡MIRAD CÓMO SE APEDREAN!

JAIRO DEL AGUA, autor del libro “Meditaciones desde la calle” de ediciones Khaf, jairoagua@gmail.com

MADRID.

 

ECLESALIA, 07/05/10.- ¿Existen católicos "no cristianos"? Pues parece que sí, puesto que existen católicos de faca al cinto que arremeten contra todo lo que se mueve. Los hay y los ha habido siempre a lo largo de nuestra historia. Pero ahora muchos de ellos pululan por Internet como "blogger" o comentaristas y arremeten contra cualquier viento nuevo sin compasión ni modales. Y lo hacen de forma reiterada, consciente, violenta, frecuentemente embozados en seudónimos y datos falsos. Es uno de los fenómenos actuales que más me llaman la atención.

Sin embargo los cristianos somos, ante todo, personas libres porque libres nos creó el Creador y porque a liberarnos vino el Señor. He aquí algunas pruebas: "El Señor es Espíritu y donde está el Espíritu del Señor allí hay libertad" (2Cor 3,17). "Hablad y obrad como quien debe ser juzgado por una ley de libertad" (Sant 2,12). "Pero ahora, al morir a la ley, a la cual estábamos sujetos, hemos quedado libres para servir a Dios no conforme a la letra de la vieja ley, sino conforme a la nueva vida del Espíritu" (Rom 7, 6). "Cristo nos ha liberado para que seamos hombres libres… Los que queréis ser justificados por la ley quedáis desligados de Cristo y separados de la gracia. Nosotros aguardamos la justicia esperada por la fe, mediante la fe del Espíritu... Lo que importa es la fe y que esta fe se exprese en obras de amor… Pero si os mordéis y devoráis los unos a los otros, llegaréis a destruiros mutuamente… Pues si os dejáis conducir por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Ahora bien, las obras de la carne son bien claras: lujuria, impureza, desenfreno, idolatría, supersticiones, enemistades, disputas, celos, iras, litigios, divisiones, partidismos, envidias…" (Gal 5,1 y ss).

Los supuestos católicos de armadura y pica demuestran muy poco respeto a la libertad. Por ahí ya empiezan a descalificarse como cristianos. Si no te gusta un articulista, no lo leas. Si una opinión te parece contraria a la verdad, aporta la tuya con respeto. ¿Por qué ese afán de dar espadazos a diestro y siniestro? "No apaguéis el Espíritu, no despreciéis el don de Profecía. Revisadlo todo y quedaos sólo con lo bueno" (1Tes 5,19). Y toma sólo lo que hoy puedas digerir: "Os di a beber leche, no alimento sólido, porque no lo podíais soportar; ni podéis todavía, pues aún sois carnales. Desde el momento que hay envidias y discordias entre vosotros, ¿no es porque aún sois carnales y vivís a lo humano? Porque cuando uno dice: «Yo soy de Pablo», y otro: «Yo de Apolo», ¿no procedéis de una manera puramente humana?" (1Cor 3,2).

Pero hay más. Para los cristianos es básica la omisión de juicio: "No juzguéis y no seréis juzgados" (Mt 7,11). "Así pues, nada juzguéis antes de tiempo, hasta que venga el Señor, que iluminará los escondrijos de las tinieblas y pondrá de manifiesto las intenciones del corazón, y entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que merezca" (1Cor 4,5). No todos vemos lo mismo, ni hemos adquirido los mismos conocimientos, ni tenemos el mismo desarrollo personal. ¿Quién te dice a ti que ése que escribe o habla no lo hace desde lo mejor y gratuitamente? Sólo eso merecería un delicado respeto: "Nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído" (He 4,20).

Sin embargo, estos "católicos de papel" prefieren cualquier papel doctrinal, por apolillado que esté, a la Escritura y descargan sus arcabuces verbales contra sus hermanos por saltarse no sé qué canon, número del catecismo o superada interpretación. Olvidan que todo compendio doctrinal requiere permanente actualización, que los papeles y cuadrículas son tantos que es imposible mantenerlos al día. Así nos encontramos con que parte del Catecismo oficial se ha quedado obsoleto (hay puntos y temas de urgente reforma), que la Liturgia tiene gazapos escondidos en la rutina (en contra de los que todavía afirman que "lex orandi, lex credendi": todo lo que se ora hay que creerlo; al parecer, aunque sea erróneo), que la selección del Leccionario es inapropiada para nuestros días (no lo digo yo, lo dijo el Sínodo de Obispos en octubre 2008), etc.

Estos católicos en celo -o lo que sean- se comportan como los apóstoles antes de su conversión: "Pero los samaritanos no lo recibieron porque iba camino de Jerusalén. Al ver esto, los discípulos Santiago y Juan dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?». Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió: No sabéis de qué espíritu sois, porque este Hombre no ha venido a perder a los hombres, sino a salvarlos" (Lc 9,53).

O, lo que es peor, se muestran como los nuevos fariseos: "Los guardias respondieron: «Nadie habló jamás como habla este hombre». Los fariseos les dijeron: «¿También vosotros os habéis dejado engañar? ¿Ha creído acaso en él algún jefe o algún fariseo? Esa gente que no conoce la ley son unos malditos»” (Jn 7, 45). "A algunos que, pensando estar a bien con Dios, se sentían seguros de sí y despreciaban a los demás, les dirigió esta parábola: Dos hombres fueron al templo a orar; uno era fariseo y el otro publicano" (Lc 18,9). ¿Qué más dijo el Señor de los fariseos?

Los que escriben o comentan en los "blogs" o en cualquier foro -virtual o real- con los bolsillos cargados de pólvora y los ojos cegados de ira olvidan una verdad evidente: la vida del hombre sobre la tierra es progresiva -individual y colectivamente- como lo es la revelación del Espíritu. Al menos lo es nuestra capacidad de descubrirla: "Muchas cosas tengo que deciros todavía, pero ahora no estáis capacitados para entenderlas. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará a la verdad completa. Pues no os hablará por su cuenta, sino que os dirá lo que ha oído y os anunciará las cosas venideras" (Jn 16,12).

Olvidan igualmente que la "doctrina oficial", ciertamente muy valiosa, constituye la señalización conocida y recomendada para un momento dado. Pero nada impide que se puedan descubrir nuevos caminos y luces, accesos anteriormente ocultos. Apedrear a los buscadores sinceros porque hablan lenguas nuevas es tan necio como negarse a usar los inventos recientes o desechar los descubrimientos científicos. Me gusta preguntar: ¿Qué hubiera sido de los israelitas sin los exploradores o los profetas?

Y por último, olvidan un valor básico para cualquier cristiano: la prioridad de la Paz. Somos discípulos de un pacifista. Lo que no quiere decir que seamos flojos, débiles, vencidos, ni cobardes. Todo lo contrario. Para ser pacifista, para salir a la palestra armado solamente con el deseo de hacer el bien, hay que ser muy fuerte, muy profundo y muy cristiano. Después de tantas "guerras de religión" y "abusos contra las personas" con los que hemos deshonrado a la Iglesia, por fin Juan Pablo II nos lo dijo muy claro: "La fe se propone no se impone", por muy reluciente, excelsa e irrevocable que nos parezca nuestra fe particular. Ni tú, ni yo, ni nadie, tenemos derecho alguno a "excomulgar" a quien no se expresa como yo pienso, digo o practico. Proponer es lo nuestro, nunca imponer. Y menos con las envenenadas armas de la injuria, la maledicencia, la difamación o la calumnia.

Si lo que éste o aquél afirman haber descubierto no te hace bien, pues sigue tu camino y tu conciencia. Desde luego yo nunca pretenderé imponerte lo que escribo. Si escribo es porque deseo hacer el bien. Es más, porque muchas personas me confirman reiteradamente que les hace bien lo que escribo. ¿Negaré a otros escritores católicos, estudiosos, teólogos, escriturarios, etc. esa misma recta intención?

No creo que se pueda ser católico sin ser cristiano, a pesar de los violentos de todas las épocas. Aunque nuestra intención sea erradicar el error y el supuesto mal que vemos en ojo ajeno, nunca podemos pretender arrancarlo violentamente. Lo dice el Evangelio y lo olvidan, incluso, muchos guías espirituales: "¿Quieres que vayamos a arrancarla? Les contestó: ¡No! No sea que, al recoger la cizaña, arranquéis con ella el trigo. Dejad crecer juntas las dos cosas hasta la siega" (Mt 13,28). ¿Qué doctrina oficial avala entonces a ésos que no se separan de la guadaña?

Muchos, demasiados católicos, olvidamos nuestras señas de identidad y hacemos el ridículo más sonoro. El signo por el que empezó a reconocerse a los cristianos fue aquella rotunda admiración: "¡Mirad cómo se aman!" (Tertulliano, Apologeticum, 39). Hoy día, cualquiera que surfee un poquito por páginas religiosas podría decirnos: ¡Mirad cómo se insultan, juzgan y apedrean! ¿Por qué? Porque olvidamos el Evangelio y negamos el Espíritu.

Repetimos lo mismo que nuestro Señor censuró: el fanatismo, el rigorismo humano y la rigidez de una religión miope que se apega a lo secundario (letra, rito, doctrina y tradición) y olvida lo principal (el amor, el Espíritu y el camino a la plenitud). Nos lo dejó clarísimo en su testamento: "Os doy un mandamiento nuevo, que os améis unos a otros; igual que yo os he amado, amaos también entre vosotros. En esto conocerán que sois discípulos míos, en que os amáis unos a otros" (Jn 13,34).

Cuando oigas o leas palabras nuevas, interpretaciones distintas, voces inéditas, tómalas o déjalas, cuestiónate o sigue por la senda de lo trillado. ¡La elección es tu derecho! Pero no acuses a nadie de hereje o de enemigo. Antes de descalificar, agredir o matar relee el martirio de san Esteban: "«Veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre de pie a la derecha de Dios». Ellos, lanzando grandes gritos, se taparon los oídos y se lanzaron todos a una sobre él; lo llevaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo" (He 7,56). ¿No hacemos hoy lo mismo?

A esos católicos inmovilistas de agresión rápida y verbo ofensivo les recordaré: "El cristianismo es Camino que hay que caminar, Verdad que hay que descubrir y Vida que hay que desarrollar". El inmovilismo es contrario al cristianismo: "Jesús le dijo: «Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos»" (Mt 8,22).

La prueba final es breve y rotunda: "Por sus frutos les conoceréis" (Mt 7,20). Si se apedrean entre sí o apedrean a otros, ni católicos ni cristianos; sólo violentos y agresivos homínidos. Confundir religión con violencia -sea en el grado que sea- es una de las mayores degradaciones de nuestra historia y la negación de nuestra identidad. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

Para más información: http://blogs.periodistadigital.com/jairodelagua.php 

 

compromiso

¿POR DÓNDE ANDAS?

Cuando venga el Espíritu Santo

FAUSTINO VILABRILLE, sacerdote, faustino.vilabrille@gmail.com

GIJÓN (ASTURIAS).

 

ECLESALIA, 06/05/10.- Dice Jesús: "Cuando venga el Espíritu Santo, que enviará el Padre en nombre será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho".

Anda por ahí un chiste que dice que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se van de vacaciones. El Padre quiere volver al Sinaí (recordar a Moisés, los Mandamientos, la liberación del pueblo de la esclavitud, etc.), el Hijo volver a Belén (nacimiento entre los pobres), Nazaret (trabajo de obrero), Galilea (curación de los enfermos, alimentación de los hambrientos, proclamación del Reino de Dios: fraternidad, justicia, igualdad, amor, Jerusalén (persecución, eucaristía, mandamiento nuevo, denuncia de los opresores, persecución, asesinato, sepulcro vacío...); y el Espíritu Santo dice: "yo quiero ir a Roma, porque nunca estuve..."

Sí, Espíritu Santo, te pedimos que vengas pronto a Roma para que quites lo antes posible tanto como allí sobra: riqueza, fastos, mitras, capelos, birretes, palios, prelaturas, báculos, anillos de oro, trajes de miles de euros, ceremonias ofensivas para los pobres, aclamaciones mundanas, autoritarismo, dogmatismo, ornamentos de lujo, títulos: "purpurado, santidad, santo padre, excelentísimo, reverendísimo, su santidad..."

Sí, Espíritu Santo, te pedimos que vengas a Roma para que pongas lo antes posible:

- compromiso con los pobres "dichosos los pobres porque vuestro es el Reino de los Cielos".

- compromiso con la justicia: "Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia".

- compromiso con la fraternidad: "Uno solo es vuestro Padre: todos vosotros sois hermanos".

- compromiso con la igualdad: "a nadie llaméis señor sobre la tierra, el mayor entre vosotros, que sea el servidor de todos".

- compromiso con la austeridad: "los pájaros tienen nidos y el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza".

- compromiso con la verdad: "la verdad os hará libres".

- compromiso con los hambrientos, sedientos, enfermos, desnudos, encarcelados: "tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y fuisteis a verme, porque el templo vivo de Dios son las personas: ¿no sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? El templo de Dios es sagrado: vosotros sois ese templo de Dios vivo" (san Pablo).

Sí, Espíritu Santo, ven y recuérdales todo lo que nos ha dicho Jesús: Recuérdales bien el Reino de Dios, el Mensaje de Jesús, los hechos de su vida, su compromiso con los niños, los enfermos, las mujeres pobres y despreciadas, la igualdad absoluta de derechos entre hombres y mujeres: recuérdales muy claro que no hay derecho a que lleven dos siglos discriminando a las mujeres, porque Jesús no solo no lo hizo, sino que en el hecho más importante de su vida (la Resurrección) tuvo especialmente presentes a las mujeres. Recuérdales muy claro que tienen que denunciar las injusticias y a los injustos que causan tanta injusticia que matan de hambre cien mil personas diarias, que no basta con pedirles que hagan benevolencia a quienes primero hicieron pobres, que hay que luchar por los derechos humanos de todos los hombres, también dentro de la propia iglesia y que firmen de una vez la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Recuérdales el Concilio Vaticano II, que parece que lo olvidan a querer, que se dejen de tradiciones de otros tiempos que hoy ya no valen, y vayan a la cabeza del presente ("vino nuevo en odres nuevos"). Recuérdales que pregunten y escuchen, que no lo saben todo. Diles muy claro que tú no eres patrimonio exclusivo de ellos, y que tú también siembras verdad en otras religiones, pueblos y culturas, incluso en quienes se confiesan agnósticos y no creyentes, que donde hay algo de verdad allí también estás tú.

Sí, Espíritu Santo, ven y recuérdales también que se preocupen mucho más de la Madre Tierra. Diles que tu ya desde el origen del Universo aleteabas sobre ella como nos cuenta el Génesis; que la Tierra puede vivir sin el hombre, pero no el hombre sin la Tierra; que tu también estás en los peces, las aves, las platas, los árboles, los animales; que vistes de hermosura a los lirios, que cuidas del alimento de los pájaros... Diles que aprendan de las mujeres indígenas, que por mucha necesidad que tengan de las plantas para comida o medicinas, nunca cogen la planta entera, sino solo unas ramitas, y le piden perdón porque le van a quitar algo que era suyo; o de los mayas que por cada árbol que cortaban sembraban cinco semillas y te pedían perdón por quitar la vida a un ser al que tu se la estabas conservando. Recuérdales con san Pablo en la Carta a los Romanos que todos los seres vivos están también llamados a la resurrección. Insísteles, Espíritu Santo querido, en esto, porque la Tierra ya está enferma, tiene síntomas de fiebre, se queda sin árboles y el sol la abrasa, unos pocos hombres, ricos y poderosos, se la están quitando a los africanos que al quedar sin tierras de cultivo se mueren de hambre. Diles que la Tierra tiene su dignidad y sus derechos.

Y a los que nos decimos seguidores de Jesús también nos sobran cantidad de cosas y nos tienes que recordar otras muchas, pero ya te las diré otro día. De momento tienes bastante con Roma. Me parece que vas a tener mucho trabajo, y que de vacaciones... te vayas olvidando. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).