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ecleSALia del 11/04/07 al 31/07/10

Denuncia

ridículo

ridículo

DEBERÍA SER DESAUTORIZADA POR ROMA
MARTA RÍOS

ECLESALIA, 08/07/08.- Hace ya bastantes años que cursé los estudios de teología especializándome en Cristología bíblica. Mi amor a Jesús me ha llevado a seguir de cerca las publicaciones más importantes que han salido estos años en torno a Jesús. Por eso leí, desde el primer momento con interés, el libro de Pagola, escrito con rigor admirable, lenguaje sencillo y fe conmovedora en Jesucristo. Creo que es el libro que más me ha ayudado a creer y amar al Hijo de Dios encarnado en la humanidad concreta de este profeta de Galilea.

Leo ahora con inmensa pena la nota de la CEE. No salgo de mi asombro, ni puedo reprimir mi pena e indignación. La nota no es digna de una Comisión Episcopal, y significa un enorme desprestigio para la CEE. Solo voy a señalar dos aspectos que la descalifican de raíz: su ignorancia y su manipulación.

a) Los autores de la nota ignoran los principios más elementales de la exégesis; desconocen los criterios y orientaciones que la Pontificia Comisión Bíblica (PCB) propuso ya en 1993 a los exegetas católicos para el estudio histórico-crítico de la Biblia; se ve que no han leído las principales obras de investigación católica sobre Jesús; su nota está inspirada por un fundamentalismo que yo creía ya superado en la Iglesia.

b) Más que la ignorancia me ha indignado la manipulación que hacen del libro de Pagola. Lo acusan del uso arbitrario de los libros canónicos y apócrifos, en contra de lo que Pagola dice en su escrupulosa valoración de las fuentes (pgs. 481-487). También le acusan de hacer “un análisis propio de la lucha de clases” en contra de la exposición sociológica que Pagola hace en sus dos primeros capítulos (¿creen de verdad los obispos que Pagola es marxista?) Sin duda la mayor manipulación de la nota consiste en leer un libro de investigación histórica sobre Jesús como si fuera un tratado de cristología, para poder atribuirle así injustamente “deficiencias doctrinales”.

Creo sinceramente que la nota debería ser desautorizada por Roma, en cualquier caso será difícil evitar que los teólogos europeos la descalifiquen severamente y que nuestros miembros de la Comisión de la Doctrina de la Fe queden en ridículo. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

encubar

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CAMINO ROMA
Los procedimientos rastreros dañan la credibilidad de la Iglesia
DOLORES LÓPEZ

ECLESALIA, 23/06/08.- Decía el evangelio de ayer, domingo 12 del año, que “nada hay oculto que no acabe sabiéndose”. Y parece que algo de eso se ha cumplido en la dolorosa historia que sigue.

En la pasada reunión plenaria de la conferencia episcopal, la comisión permanente presida por J. A. Martínez Camino, se enfrentó indirectamente al obispo de san Sebastián que acaba de conceder el “nihil obstat” al libro sobre Jesús de José. A. Pagola, tras un diálogo con dos teólogos, elegidos por los mismos obispos, en los que el autor aceptó todas las observaciones que se le hicieron.

Camino argumentó que hay “una orden de Roma” de que se condene al libro de Pagola, al menos para reparar todo el daño que ya ha hecho, y orientar a los que lo hayan leído. Esa orden de Roma que dice poseer Martínez Camino, no la ha visto ningún obispo. Amparado en este argumento, Camino presentó un texto de condena de Pagola que alguien ha calificado de “duro, extemporáneo, inmisericorde y cruel”. Su pretensión era darlo a conocer al acabar la reunión del episcopado. Algún obispo objetó que se condenaba más a la persona que a los errores y, por eso, aunque se aprobó sacar un texto (vista la supuesta orden de Roma) se quedó en revisarlo y aprobarlo en la reunión de la ejecutiva del mes que viene.

Este procedimiento era contrario al deseo expreso de Rouco, Cañizares, García Gasco y Blázquez que habían preferido la vía de un diálogo y evitar un nuevo desprestigio tras lo ocurrido con la COPE. Pero resulta que las “nuevas generaciones” de obispos más jóvenes, que ocupan casi todos los cargos de la comisión permanente, son mucho más radicales en su integrismo que las viejas que ya conocemos. El texto que la Permanente presentó al Plenario había sido aprobado por 17 votos a favor, sólo uno en contra y tres abstenciones...

Hay dos detalles graves en esta historia:

a.- Ninguno de los miembros de la permanente que redactó esa condena, ha leído el libro de Pagola. Hace ya unas semanas, cuando estalló el conflicto, tuvo lugar el siguiente diálogo entre Martínez Camino y otro obispo español: ¿Usted ha leído el libro de Pagola? A lo que Martínez Camino respondió: yo no lo he leído pero teólogos solventes que me merecen todo crédito me han asegurado que es contrario a la fe de la Iglesia. A lo que el obispo anónimo replicó: pues la verdad, yo acabo de leerlo y no encuentro nada contrario a la fe.

b.- Nadie sabe a qué se refiere Martínez Camino cuando habla de una orden de Roma de que se condene a Pagola. Como máximo se sospecha que podría ser una carta de Msr. Amato (secretario de la romana congregación de la fe) pidiendo esa condena. Pero Amato, como secretario, no puede dar ninguna orden. Esa carta podría expresar un deseo, pero nunca una orden.

Ante esas incongruencias, gente del mundo editorial piensa que lo que se está buscando es impedir la traducción al italiano de la obra de Pagola, que está ya concertada. Y la razón es porque algún miembro de la curia romana, está empeñado en que ese libro se publicó para hacer sombra al del papa. En Roma son suficientemente inteligentes para comprender que, en el éxito de ventas y traducciones del libro de Ratzinger, ha influido muchísimo el lanzamiento cuidadosamente preparado (¡nadie había oído nunca en El Corte Inglés anunciar cada cuarto de hora que en la sección de libros podía encontrarse el libro del papa sobre Jesús!) más la presión de muchos movimientos para que sus miembros lo adquirieran. Pero este lanzamiento sólo garantiza la venta, no la lectura. En cambio, el libro de Pagola, sin ninguna promoción de este género, vende 50000 ejemplares en pocos meses, y cabe sospechar que en este caso los compradores son además lectores. Que Pagola explique que lleva siete años dedicados exclusivamente a preparar su texto no parece razón suficiente para desechar esa sospecha que han encubado en Roma. Y no lo parece porque en el fondo, lo que se está buscando con su condena es una promoción personal de quienes la promueven, como la que pretendía aquel criado de Caifás que abofeteó a Jesús diciéndole: “¿así respondes al Pontífice?”. Precisamente hace muy poco, el cardenal Martini denunció que uno de los males de la iglesia actual es que muchos buscan su propia carrera a base de denunciar, acusar o condenar a otros hermanos: o conseguir una mitra, o pasar de secretario a prefecto de una congregación, o salir de una diócesis pequeña a otra más grande, o llegar a la cumbre de una conferencia episcopal. Huelga añadir que de todas estas intrigas palaciegas, el buen papa no sabe nada, porque vive totalmente al margen de ellas estudiando y preparando la continuación de su libro.

Pero hay que añadir también que procedimientos tan rastreros, y objetivamente pecaminosos, dañan enormemente la credibilidad de la Iglesia, y merecen que se les apliquen las palabras de Santo Tomás de Aquino: “cuando hay un escándalo público, los prelados deben ser reprendidos públicamente”. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).


volverá

volverá

Y CRISTO VOLVIÓ A LLORAR EN LOS JARDINES VATICANOS
BRAULIO HERNÁNDEZ MARTÍNEZ
TRES CANTOS (MADRID).

ECLESALIA, 20/06/08.- Va a cumplirse un año que Leonardo Boff nos sorprendía con la impresionante parábola del jardinero vaticano “Y Cristo lloró en los jardines del Vaticano”. Hace una semana, en los mismos jardines, tuvo lugar otro encuentro inédito, “sin precedentes”, pero real, entre el presidente George Bush y su anfitrión el papa Benedicto XVI. Aquella lúcida visión, profética, de la parábola del jardinero de Boff se cumplía.

Un encuentro “inédito”, “un protocolo particular para expresar su gratitud por el recibimiento que tuvo en su reciente visita a la nación norteamericana”, destacaban los medios. El mandamás de la política mundial y el mandamás de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, paseando embelesadamente, por los bucólicos jardines vaticanos, tras un encuentro privado de 31 minutos, en la medieval Torre de San Juan, charlando sobre "los principales temas de la política internacional".

Curiosamente, nadie contaba que allí, en el estudio de la Torre, fue donde Juan XXIII solía ir a meditar. Tal vez allí, con las ventanas abiertas, fue donde le sorprendió el mítico soplo de aire fresco, “como inesperada primavera” de convocar un Concilio, (el Concilio que, según palabras del teólogo José María Gonzáles Ruiz, derribó la Iglesia medieval de cristiandad) “para devolver al rostro de la Iglesia de Cristo todo su esplendor, revelando los rasgos más simples y más puros de su origen” (Juan XXIII, Discurso preparatorio del Concilio, 13 de noviembre, 1960).

Era la séptima vez que el emperador del momento se reunía con el Pontífice. Tres encuentros con Juan Pablo II (2001, 2002 y 2004) y éste ya era el cuarto -un récord, en tres años de pontificado- con Benedicto XVI (9 de junio de 2007, 15 y 16 de abril de 2008 el 13 de junio de 2008). Mientras duró el reencuentro, en medio de imponentes medidas de seguridad, la basílica de san Pedro se cerró a los turistas, y su imponente cúpula fue tomada por francotiradores.

El presidente Bush se dirigió al Romano Pontífice con los brazos abiertos y diciendo "gracias, qué honor, qué honor". Un recibimiento inédito con el que el papa Benedicto XVI ha querido agradecer a George W. Bush su férrea defensa de los “valores morales y fundamentales”. Muchos prelados del Vaticano lamentaron (aunque bajo un “férreo” anonimato) que el papa diera tan excepcional y familiar recibimiento –“rompiendo el protocolo tradicional para corresponder a la fastuosa ceremonia de bienvenida que recibió el pasado 16 de abril pasado en la Casa Blanca, al inicio de su viaje apostólico a Estados Unidos”-, a un líder que desoyó las exhortaciones papales contra la guerra y a favor de la paz. Otros, en la Iglesia, han dado la cara, denunciando que semejante agasajo y reconocimiento es un diploma inmoral (“Diploma Inmoral”, Jesús López Sáez).

En los jardines del Vaticano se escenificó una nueva edición de la antiquísima alianza entre el poder y el altar, que hace de Roma la nueva Babilonia, la prostituta de la historia. “Y nadie se acordó nunca más de las palabras que el Señor había dicho”: así termina la parábola del jardinero vaticano de L. Boff. El Papa también se olvidó, o pasó por alto, que las decisiones de Bush, declarando y manteniendo una guerra injusta, como hoy todo el mundo reconoce, han causado más de medio millón de víctimas, muchísimas de ellas inocentes. Joseph E. Stiglitz, premio Nóbel de Economía, declaró en su día que la Guerra de Irak es “Una guerra que no ha tenido más que dos vencedores: las compañías petrolíferas y los contratistas de defensa".

Cuando el cardenal Ratzinger fue elegido papa, y eligió llamarse Benedicto XVI, alguien atisbó en ese gesto una posibilidad de renovación. El último papa Benedicto -Giacomo della Chiesa, (1914-1922)- fue un papa muy crítico con la guerra y con el integrismo. Recién estrenado pontificado, Benedicto XV se encontró en su escritorio una denuncia secreta contra él, dirigida a Pío X, su antecesor, en la que se le acusaba de modernismo. “El último papa Benedicto se había opuesto a la primera guerra mundial, considerándola una “matanza inútil”, y a la exaltación nacionalista que le llegaba de los diversos frentes, adoptando medidas para mejorar la situación de los prisioneros, de los refugiados y de los deportados. Entonces el Vaticano funcionó como una segunda Cruz Roja. Ante las guerras actuales, habrá que ver qué actitud adopta el nuevo papa”. Lo recogía el sacerdote Jesús López Sáez, en una nota de la Comunidad de Ayala donde también recogía que Hans Küng, o el cardenal Martini, entre otros, daban al papa Ratzinger un voto de confianza. Ya hace un año, aquella remota posibilidad de renovación se daba definitivamente por desvanecida (VV.AA. “Claves de la restauración de la Iglesia Católica", ECLESALIA, 23/07/07).

El encuentro entre Benedicto XVI y el presidente Bush ha sido percibido como la consumación de la vuelta a la Iglesia de Cristiandad. La Iglesia del prestigio entre los poderosos de la tierra. En su último viaje a Estados Unidos, el Papa Benedicto XVI aterrizó en una base militar, y fue agasajado con salvas de 21 cañonazos. “Los cumpleaños se celebran entre amigos”, le dijo al papa Ratzinger el presidente Bush, un señor de la guerra que alardea de cristiano, y con una misión divina, disfrazando de fe religiosa la invasión y Guerra de Irak. “La invasión americana de Irak creará nuevas y excitantes posibilidades de convertir a los musulmanes”, dijo impertérrito Marvin Olasky uno de sus consejeros de Bush (Emilio Menéndez del Valle, embajador, “Casi todos hablan con Dios en Estados Unidos”, El País, 26/05/08).

Ahora el Papa le ha correspondido. Como colofón a su visita, se acercaron a la Gruta de Lourdes, una réplica exacta a la que existe en Francia, próxima a la Torre de San Juan. Allí, “rompiendo completamente con el protocolo, el Papa y Bush, junto a su esposa, se sentaron en grandes sillas de jardín de madera estilo italiano, y dio un estilo ’familiar’ al momento. Allí el coro de la Capilla Musical Pontificia ’Sixtina’, dirigida por el maestro Giuseppe Liberto, ejecutó las melodías ’Exultate Deo’ y ’Alma Redemptoris Mater’ y, en ese mismo lugar, oyendo música religiosa, se despidieron para concluir el encuentro.”

En la última circular del obispo Casaldáliga “Parar la rueda bloqueando sus radios” (expresión del teólogo protestante Bonhoeffer, pronunciada en vísperas de su martirio por el nazismo), Casaldáliga nos refrescaba esta frase del teólogo y mártir alemán: “Nadie que no haya gritado contra el nazismo puede cantar gregoriano”. Pues que se la apliquen aquellos que conceden “diplomas” de “valores morales y fundamentales” a los emperadores que decretan y mantienen guerras injustas, con sus secuelas; o aplican torturas diseñadas para destruir a la persona, en sus inexpugnables Guantánamos, violando impunemente los derechos fundamentales de la persona y saltándose a la torera la legalidad internacional (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

del lugar

del lugar

CONTEMPLAR… ¿DESDE DÓNDE?
ANA BOU
GETAFE (MADRID).

ECLESALIA,17/06/08.- Depende mucho del lugar en el cual nos queramos situar, en el plano desde el que decidamos mirar nos sitúa de un lado u otro. A veces, alejándonos o incluso ocultándonos la realidad. No es lo mismo obtener una perspectiva desde una choza que desde una mansión.

El lugar privilegiado para poder contemplar la historia de la salvación es sin duda, el lugar de los pobres, ya que el situarnos desde cualquier otro ángulo niega la liberación.

Llegar a ser contemplativos en la liberación supone una opción por los pobres, opción tomada desde dentro, desde el epicentro, desde el codo a codo…

Jesús luchó por una sociedad justa, por la construcción del Reino, pero para llegar a entender esto, debemos saber escoger el lugar en el cual nos queremos situar. Es de sentido común que los bien instalados, los grandes, nunca podrán entender estas cosas y no pueden, porque ni siquiera se dan la oportunidad de intentarlo. Se vive mejor en esa “burbuja”, por lo tanto ¡para qué mirar a otro lado…! “Qué difícil es a un rico entrar en el Reino de los Cielos (Lc 18,24)!

En algún momento nos hemos detenido para preguntarnos ¿cómo es nuestra contemplación ante las situaciones que estamos viviendo, ante el mundo que nos rodea? Quizá sea más fácil situarnos desde el otro ángulo para no llegar a tener cargo de conciencia asumiendo que son los demás los que tienen que actuar y no yo… ¿qué estamos haciendo con nuestro mundo, nuestra tierra, nuestra agua, nuestra agricultura, qué herencia queremos dejar a nuestros pequeños? Hoy nos peleamos por el agua en este primer mundo y no carecemos de ella. ¿Nos hemos preguntado cómo están nuestros hermanos que dependen de este nuestro primer mundo del cual presumimos?

No asumimos la realidad porque no somos capaces de ponernos en su piel, porque aún seguimos pensando que no es nuestro problema. Hoy por hoy podemos abrir el grifo y beber, podemos acercarnos al supermercado y comprar, con más o menos dificultad, pero podemos. ¿Sabemos realmente lo que es ponerse en el lugar del otro?

Contemplar la realidad es hacerlo desde la perspectiva de la Liberación, del Reino. Esa realidad sobre la que asentamos nuestra mirada de la fe y desde la opción por los más “pequeños”.

Nuestra contemplación tiene que darse en un proceso de liberación, con todo lo que ello supone, sus riesgos y dificultades de los que, por supuesto, no estamos exentos. Cuando verdaderamente consigamos ser contemplativos en la liberación, es cuando seremos capaces de experimentar a Dios en la realidad, descubrir la historia de la salvación en esta historia única.

Recordemos, una vez más, que somos voz de los que no tienen y que nuestras luchas y esfuerzos hacen posible que el Reino siga avanzando sin conformarnos con que cada día suben más las cifras de esos que no les permitimos tener voz, sino que pensemos que estamos gestando un mundo nuevo, un mundo que puede ser posible dependiendo del ángulo de contemplación de cada uno de nosotros. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).


hambre

hambre

HAMBRE EN EL MUNDO
Ha llegado “la hora” de la Iglesia
JOSÉ IGNACIO CALLEJA SÁENZ DE NAVARRETE, profesor de Moral Social Cristiana
VITORIA-GASTEIZ.

ECLESALIA, 02/06/08.- Casi sin espacio en la vorágine de noticias financieras y políticas, nos llega incontenible la voz de alarma de que en varias regiones de la tierra, desde la India a Egipto, desde Méjico a Brasil, de norte a sur de África, hay un problema de escasez de alimentos más grave que nunca, ¡si cabe esta comparación! O sea, que la gente está pasando hambre y que los alimentos cotidianos, desde la leche a los cereales, escasean en muchos mercados del Sur. Quizá por las sequías, quizá por los biocombustibles, quizá por la escasez de dinero y sus intereses, quizá por la merma en la Ayuda Oficial al Desarrollo, quizá, ¡sin duda!, porque en caso de crisis los más débiles lo pasan peor. Está claro para quien lo quiera entender. (No me dejo la ineficiencia propia de países y autoridades del lugar, ¡vale!).

Dicen que en Haití hay fábricas de galletas que mezclan barro, con margarina y azúcar, y que la gente las come; si no hay más, la gente las come. Y claro, ¿quién va a proponer en nuestro mundo desarrollado, y en el modo como vamos a abordar la crisis económica, que empecemos por el problema del hambre de esa gente? Entre nosotros, por el contrario, todo el mundo espera una salida pronta y con costes reducidos para nuestro modo de vida. El problema es si nos llega para ir de vacaciones o, lo que es más grave, para pagar la vivienda, o aún peor, para alimentarnos bien. Yo lo entiendo, no me hago el bueno. Pero sí digo una cosa. ¡No sé cómo los pobres y los débiles nos respetan tanto! Tal vez porque son tan débiles que ni pueden presionar y condicionarnos con sus necesidades extremas.

¿Quién podrá y deberá hablar? Creo que a las Iglesias, y a los colectivos solidarios de todo signo, les correspondería desnudar nuestro mundo y mostrar sus vergüenzas económicas más inhumanas. La ONU misma está diciendo “cosas” muy claras. ¿Dónde están esas voces y esos testimonios institucionales verdaderamente chocantes? ¿Quién atenderá sólo a las palabras, por otro lado, bien dichas a menudo? ¿Y no hay un discurso tan concentrado en que “sin Dios todo está perdido”, que apenas roza el “sin las personas en situaciones de extrema necesidad, tan injustamente además, Dios mismo está perdido”? No voy a ser convencional comparando todo esto con otras campañas “por la vida”, como si tuvieran que ser “caminos alternativos”.

El cristianismo tiene que reaccionar. Creo de verdad que en la Iglesia Católica, a la que pertenezco, hay “maestros” que hablan muy bien y “gente de a pie” que se empeña de todo corazón por la caridad y hasta la justicia. Pero no hay armonía entre estos dos coros y nos falta un liderazgo espiritual que trastoque los signos cristianos en signos interpelantes para el mundo, en signos que desazonen a los poderosos y acomodados, en signos de los tiempos, porque en ellos se verifica con realismo el ya sí del Reinado de Dios, por más que todavía no en plenitud. Estoy convencido de que hay que ser socialmente más duros. Denunciar e interpelar con signos más rotundos como Iglesia de Jesucristo. La palabra de la fe tiene que chocar mucho más con el mundo y al mundo; tiene que ser mucho más incómoda con nosotros mismos, la gente de la Iglesia, y traducirse en renuncias económicas y sociales bien visibles.

Yo sé que estas palabras, son eso, palabras. Vuelvo a lo del liderazgo espiritual en la Iglesia y en el Mundo. Hay un vacío muy grande. Benedicto XVI lo intenta y dice cosas importantes. Pero faltan signos inequívocos, signos sacramentales, que expresen y realicen que la vida pisoteada en todas sus formas, la vida de los más débiles, es el quicio de todas las apuestas religiosas, morales y sociales del cristianismo. Con sentido común y ritmo histórico, sí, lo debemos saber, pero con claros signos de que la comunidad de la fe, la gran Comunidad de la Fe en Jesucristo, arriesga efectivamente un compromiso samaritano mucho más incisivo y visible. El cristianismo que se acercó al mundo en actitud de diálogo entre iguales, ha dado con sus límites, y sabe que tiene que corregir cosas, aunque a veces no sepa bien cuáles; y el cristianismo que ha percibido algunos límites de ese diálogo, tiene que dar con sus propios límites y reconocer que el mundo se lo está comiendo vivo: o sencillamente lo ignora, o si lo aprecia, es para ofrecerle un trabajo de empaste moral en las sociedades del pluralismo desbocado, pero ¡en los límites sociales y económicos que el sistema está dispuesto a digerir!

Ni una palabra que escueza, ni un gesto que cuestione gravemente; todo es leve y suave, benigno y amistoso, como si nos reconociéramos no sólo en el mismo barco, sino en la misma primera clase. Es la hora de los signos o hechos cristianos más interpelantes, con mayor significado político, más incómodos para la organización eclesial, y para los colectivos solidarios; es la hora, ¡lo es más que otras veces!, para el liderazgo religioso y moral más exigente en todos los sentidos de la vida humana; lo es arriba, abajo y en medio, lo es claramente como actitud religiosa y moral.

No sé ir más allá en unas pocas líneas, pero es la hora de amar mucho a quienes tienen responsabilidades en la Iglesia, pero para exigirles más que nunca desde el Evangelio y las Víctimas del mundo. Se acabó la exclusiva del discurso religioso pío y de la moral individual; hay que sumarles la carne de las personas y de las situaciones más inhumanas, comprenderlas en sus relaciones sociales, y validar esto sacramentalmente con signos sociales y públicos de empeño real por otro mundo mejor.

De no intentarlo, rotundamente, ¡con más de un escándalo para el mundo de las finanzas, la milicia, los grupos acomodados y la política!, por ejemplo, nuestra religión renuncia a la Encarnación y a la Verdad de la Caridad. Si alguien puede ir más allá, que empuje. Ha llegado “la hora”, “porque tuve hambre, y me disteis de comer”. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

A los inmigrados

A los inmigrados

EL TRAUMA DE LA CONQUISTA
EUGENIO MAURER ÁVALOS, jesuita, Misión Jesuita de Bachajón, entre los Tseltales-Mayas
CHIAPAS (MÉXICO).

ECLESALIA, 27/05/08.- Jon Sobrino anota a propósito de la conquista y de la colonización de lo que hoy es América Latina: “el encontronazo entre los pueblos autóctonos y los españoles truncó de la noche a la mañana la... evolución de dichas culturas... [y les impuso] ... un modelo social, político y económico basado en valores y tradiciones que les eran completamente extrañas (Jon Sobrino e Ignacio de Senillosa, “América Latina, 500 años. Problemas pendientes”, Cristianisme i Justicia, nov 92, núm 42).

Hay que preguntarnos si la conquista y la colonia hicieron realidad lo que nos dice San Lucas a propósito de Jesús: “El Espíritu de Señor sobre mí, [dice Jesús] porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos... para dar la liberación a los oprimidos” (Lc 4, 18).

O si más bien la realidad fue la que describe el Chilam Balam: “se introdujo el cristianismo, el principio de nuestra miseria y de nuestra esclavitud...”. “Este Dios verdadero que viene del cielo... Inhumanos serán sus soldados” (Chilam Balam, “El Libro de Chilam Balam de Chumayel”, Biblioteca del estudiante universitario, UNAM 1973).

Pero lo verdaderamente importante para nosotros es que caigamos en la cuenta de que el trauma de la conquista no ha sanado, y eso, debido a que una parte de la sociedad no indígena y del clero de la post-independencia no lo hemos permitido.

Los indígenas no superarán el trauma con la sola ayuda económica que los ayude a salir de su pobreza. La superación del trauma sólo será posible cuando ellos se perciben a sí mismos como personas y como seres humanos en plenitud y en igualdad con los demás mexicanos, y perciban que nosotros los tratamos como tales; y también cuando esa misma sociedad, que somos nosotros, les demos la oportunidad de adquirir fe en sí mismos, y de experimentarse como personas en plenitud, y de ser sujetos de su propio destino.

Por otra parte, es indispensable que las naciones europeas no olviden el trauma causado por sus antepasados y que en el trato a los inmigrados en general, pero sobre todo a los procedentes de América Latina, no permitan que se repita "el trauma de la conquista". (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).


determinación

determinación

COMO IGLESIA DE ESTE PUEBLO
Ante un nuevo atropello al mundo rural
CONSEJO DE PASTORAL DE LA PARROQUIA DE NTRA. SRA. DE LOS ÁNGELES
CAMPO LUGAR (CÁCERES).

ECLESALIA, 26/05/08.- Queremos estar cerca de nuestro pueblo, acompañándole en el camino emprendido de no aceptar la amenaza que supone para la salud, los recursos agrícola-ganaderos y medioambientales de nuestro entorno el proyecto CIGMA (centro industrial de gestión medioambiental); no podemos menos que preocuparnos y mostrar nuestra solidaridad con la “Plataforma Ciudadana Vegas Altas contra los Residuos Tóxicos”.

Conscientes de que “la solidaridad no es un sentimiento superficial y vago por los males que sufren tantas personas, por la inferioridad social y económica del campo y de los pueblos pequeños respecto a la ciudad; al contrario, es la determinación firme y perseverante de trabajar por el bien común, porque todos somos de verdad responsables de todos” (S:R.S.38).

Como Iglesia de este pueblo queremos alentar los pasos de tantas personas y organizaciones que, en estos días, ante la posible puesta en funcionamiento de una planta de tratamiento y depósito de residuos industriales tóxicos y peligrosos a poca distancia de nuestro pueblo, en la cabecera de la comarca Vegas Altas del Guadiana, piden respeto, protección y ayuda.

Es el imperativo evangélico y el amor a nuestra gente los que nos urgen a unirnos en la denuncia y el apoyo:

- Denuncia del daño medioambiental porque “es preocupante, junto con el problema del consumismo y estrictamente inspirado en el, la cuestión ecológica… En la raíz de la insensata destrucción del ambiente natural hay un error antropológico, por desgracia muy difundido en nuestro tiempo” (CA 37, JP II).

“Es de necios confundir el valor con el precio” (Machado) y, en nuestro caso, se valora el precio del engañoso progreso, los relativos puestos de trabajo… etc. olvidando el valor de la calidad de vida.

- Apoyo a las personas y organizaciones que buscan cómo mejorar nuestros pueblos con inversiones de desarrollo sostenible, creando puestos de trabajo y respetando los recursos autóctonos, y evitar proyectos, venidos de donde otros no quieren, que deteriorarían nuestra comarca, haciendo nuestra la doctrina social de la Iglesia que dice: “Esta misma civilización llega a corromper su aire y su agua, sin los cuales resulta imposible el más elemental bienestar físico del hombre. La prosperidad y el crecimiento económico no pueden realizarse en detrimento de las personas y los pueblos” (J.P.II-1977).

- Invitación a todos los creyentes –hombres y mujeres de nuestros pueblos- a que tengan gestos solidarios con esta causa; serían los gestos evangélicos de estos días…”también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros, porque os he dado ejemplo para que hagáis vosotros lo mismo que yo he hecho” (Jn.13,15). (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

El Consejo de Pastoral de la parroquia de Ntra. Sra. de los Ángeles de Campo Lugar.

- - -> Para más información: enriquecura@telefonica.net

constructiva

constructiva

EN EL EJERCICIO DE LA RESPONSABILIDAD
Comunicación a la Iglesia de Bizkaia
53 miembros de los Consejos Presbiteral y Pastoral Diocesano de la Diócesis de Bilbao, 23/04/08
BILBAO (VIZCAYA).

ECLESALIA, 28/04/08.- Existe en nuestra diócesis una larga tradición de corresponsabilidad que se ha ido concretando, entre otras mediaciones, en la creación e impulso de los Consejos pastorales en todos los niveles. Desde hace muchos años, al menos desde 1978, se ha venido expresando el deseo de que los Consejos Presbiteral y Pastoral de la diócesis, puedan participar de alguna manera como tales en el proceso de designación de quienes vayan a ser nuestros obispos. Este deseo de participación mayor no es contrario a lo que establece el Código de Derecho Canónico, sino que cumpliéndolo lo mejora, promoviendo una mayor colaboración de esta Iglesia local en una cuestión que tanto le afecta. Esta aportación se entiende como colaboración en un proceso más amplio que implica a las demás Iglesias locales presididas por la de Roma. En este sentido conviene recordar lo realizado en la sucesión de D. Luís Mª Larrea, impulsado por él mismo.

El día 5 de febrero de 2008 los cristianos de la Iglesia de Bizkaia tuvimos conocimiento de que se había nombrado nuevo Obispo Auxiliar por los medios de comunicación. Los Consejos diocesanos no habían sido oídos, ni tan siquiera informados. Esta manera de proceder generó un profundo malestar, decepción y tristeza en buena parte de nuestra Iglesia, y en los consejeros y consejeras de ambas instituciones.

El día 11 de febrero, en el transcurso de la sesión ordinaria del Consejo Presbiteral, un número importante de sus miembros comunicaron a nuestro Obispo, D. Ricardo, su desacuerdo y malestar por la forma en que se había procedido para este nombramiento. Del mismo modo el día 23 de febrero, en el transcurso de la sesión ordinaria del Consejo Pastoral Diocesano, un número significativo de consejeros expusieron a D. Ricardo su tristeza y disconformidad con el modo en que se había procedido para este nombramiento. En ambas reuniones las razones del desacuerdo se manifestaron a partir de un profundo amor a la Iglesia, con respeto, y en el ejercicio de la responsabilidad que como consejeros entendemos que nos concierne.

El día 12 de marzo la práctica totalidad de la ejecutiva del Consejo Pastoral y de la permanente del Consejo Presbiteral dieron a conocer a la comunidad diocesana una información escrita de lo acontecido tras el nombramiento del Obispo Auxiliar. El escrito recogía que el deseo de participación en el proceso no había sido atendido, el malestar y tristeza que ello había generado, la constatación de la oportunidad perdida de comunión eclesial, y la insistencia en la petición de participación como tales Consejos en el proceso de designación de los próximos obispos de nuestra diócesis. Todo ello con el compromiso de seguir trabajando para ejercer una verdadera comunión eclesial y corresponsabilidad en los distintos ámbitos de nuestra vida diocesana

El día 5 de abril miembros de ambos Consejos nos reunimos a título personal para, en un ambiente de oración y reflexión, acordar un documento en el que se recogiera cuanto venimos diciendo y hacérselo llegar a nuestro Obispo, al Sr. Nuncio, y a la Congregación de Obispos en Roma. La carta, firmada por 53 consejeros, ya ha sido entregada a sus destinatarios. El contenido de la carta recuerda la tradición diocesana en esta cuestión, el desacuerdo con el proceso seguido y las posibilidades de participación que el propio Derecho posibilita, la importancia de la sintonía de un Obispo con la Iglesia que va a presidir y a la que va a servir, y la reiteración de la petición de participación de los máximos órganos de corresponsabilidad de nuestra Iglesia local previstos por el Concilio en el próximo nombramiento episcopal.

Durante estas semanas los medios de comunicación se han hecho eco tanto del nombramiento como de las diferentes reacciones que éste ha suscitado. Las informaciones han sido la mayoría de las ocasiones incompletas o inexactas, y en muchos casos interesadas según las opciones ideológicas de cada empresa de comunicación. En ningún caso han sido facilitadas por los consejeros, ni desde las instancias a las que pertenecemos. Este texto, y el del 12 de marzo, han sido los únicos que expresan nuestra posición al respecto.

También durante este tiempo se ha puesto de manifiesto la pluralidad de ideas y valoraciones que existen en nuestra Iglesia de Bizkaia. Esta diversidad es indicativa de una Iglesia sana y plural. Sin embargo en ningún caso aceptamos que en el intercambio de opiniones se introduzcan juicios de intención, descalificaciones personales, o falsedades manifiestas. Estamos firmemente convencidos de que una corrección constructiva y fraterna es una manifestación de nuestro amor y servicio a la Iglesia. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).