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ecleSALia del 11/04/07 al 31/07/10

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¿RELIGIONES A LA GREÑA?
JOSÉ IGNACIO CALLEJA, profesor de Ética Social Cristiana
VITORIA-GASTEIZ.

ECLESALIA, 18/09/06.- Me preguntan por las palabras del Papa en Rastibona (Alemania), el 12 de Septiembre de 2006, en la parte del discurso que referida al inaceptable uso de la violencia en la propagación de la fe, da cuenta de un supuesto diálogo de un emperador bizantino (cristiano) del siglo XIV con un sabio persa (musulmán), y cómo el príncipe cristiano achaca a Mahoma y al islamismo el haber legitimado la violencia proselitista en la forma de “guerra santa”.

Está claro que en el discurso del Papa su intención y tesis explícita es que la fe como propuesta sólo puede y debe apelar a la libertad y a la razón de las personas. La cita culta, sin embargo, con la que adorna este lugar común al cristianismo de hoy, es, a mi juicio, desafortunada. Yo creo que es un error utilizar esa cita para el fin que se proponía el Papa. Entiendo que a muchos musulmanes pueda molestarles. Supongo que habrá formas de arreglar esto, pero no es la mejor aportación al diálogo interreligioso.

Otra cosa es si el islamismo en general, o interpretaciones del mismo, postulan la legitimación de la “guerra santa” o si, por el contrario, son versiones falsas en boca y mano de fanáticos que todos conocemos. Entiendo que no es al Papa a quien corresponde deslindar esta tesis. De hecho, su discurso, fuera de la cita de la discordia, es impecable en cuanto a cómo la violencia es contraria a Dios y al ser humano, y a cómo la conversión siempre es el fruto de la libertad personal y la razón. (Si acaso, alguien podría echar de menos un concepto más integral de la razón, incluyendo en ella el testimonio de vida. Llegamos a la fe por la razón y por el testimonio de vida).

Por tanto, bien podría decirse que el cristianismo reconoce que todas las religiones necesitan una revisión de su pasado y su presente, a la búsqueda de sus gérmenes de fanatismo. Sólo Dios es Absoluto decimos, y nada más lo es en la tierra, ni siquiera la religión. Y es Absoluto de un modo que no rivaliza con la valía incondicional de la persona, sino que, por el contrario, confirma y fundamenta su respeto y libertad sin comparación posible.

Esta revisión de todas las religiones ha de ser hecha desde la razón y los derechos humanos. La tolerancia religiosa y cívica tiene esa medida de su interpretación y praxis. Las diferencias culturales en modo alguno pueden significar diferencias sustantivas en cuanto a los derechos de las personas, hombres y mujeres iguales. De hacerlo, incurren en injusticia con el pretexto de la diversidad. Ésta es la tolerancia en la que se sustenta el diálogo interreligioso. Si alguien ha dicho que no habrá paz en el mundo sin que haya paz entre las religiones, más cabe decir que no habrá paz si no se pacifica el interior de cada religión y de todas juntas. ¿El modo? Una tolerancia religiosa y pública que reconozca los derechos humanos de todos como su mínimo común compartido. Ésta es la sustancia de la moral civil y la sustancia moral de las religiones civilizadas. De uno u otro modo, creo que esta tolerancia religiosa derivará hacia la aparición en todos los lugares de “sistemas públicos laicos”; que no laicistas, pero sí, laicos.

Las religiones, en suma, pueden hacer una gran aportación a la paz del mundo, purificadas de todo atisbo de intolerancia. Defiendo que esto es posible. La comparación entre ellas no me parece demasiado adecuada, sino la firmeza de todos en esos mínimos que nos humanizan en cada cultura y pueblo, y especialmente los que humanizan la vida de los (las) más débiles. El cristianismo postvaticano, modestamente, ha aprendido que la práctica de la no-violencia, activa, firme, realista y asociada, es el proceder más fiel a Jesús y al propósito de su liberación. Apelar a la no-violencia no es el buenismo moral que termina en la indiferencia de responsabilidades sociales ante la injusticia. El amor, la caridad, nunca dimite de la exigencia de justicia. Por el contrario, enseña que los que mantienen la verdad del pacifismo secuestrada en la injusticia, no pueden apelar a Jesús. Pero, dicho esto y primero, la libertad, la razón, la no-violencia es el santo y seña del anuncio de la fe cristiana y de la práctica de todo ciudadano de bien. Podemos entendernos. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

de la paz

de la paz

PROMOCIÓN INTERRELIGIOSA DE LA PAZ
Desde Kyoto, Japón
JUAN MASIÁ, jesuita
MADRID.

ECLESALIA, 07/09/06.- “Las religiones son manipuladas por los fanatismos. Fieles extremistas, políticos sin escrúpulos y medios sensacionalistas secuestran a las religiones”. Así hablaba el Secretario General de la Conferencia Mundial de Religiones por la Paz”, Dr. Vendley, en la sesión de apertura del VIII Congreso Internacional de esta asociación (conocida por las siglas WCRP, World Conferance of Religions for Peace), celebrado en Kyoto del 25 al 29 de agosto, 2006.

Bajo el lema “Unánimes para proteger toda vida contra toda clase de violencia”, más de dos mil personas, con quinientos delegados de diversas entidades religiosas de más de cien países, nos hemos reunido para confrontar un triple reto: la transformación de los conflictos, la construcción de la paz y la sostenibilidad del desarrollo.

El Cardenal Shirayanagi, que impulsó junto con el budista N. Niwano (observador en el Concilio Vaticano II) la primera de estas reuniones en 1970, nos dice ahora, tres décadas y media después: “Para nosotros los católicos, tomar en serio la cooperación interreligiosa por la paz es la piedra de toque para mostrar que sigue vivo el espíritu conciliar de discernir los signos de los tiempos”. Y añade: “El sí a la vida y el no a la guerra son hoy más urgentes y más complicados que hace cuatro décadas, pero hay que seguir manteniéndolos con decisión y esperanza”. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

hermano abad

hermano abad

HERMANO JOSEP MARÍA SOLER, ABAD DE MONTSERRAT
’Queremos agradecerte este servicio público de fidelidad a la verdad’
ENRIC ENRICH COLL, PEDRO OLEO CORTÉS, PERE COMELLA PONS, sacerdotes de Menorca; 04/09/06
MENORCA (ISLAS BALEARES).

ECLESALIA, 05/09/06.- Querido hermano y amigo: Nos complace dirigirnos a ti, llanamente, con el título y trato que a todos nos dio el Señor. ¡Finalmente!, hemos exclamado, hay una voz eclesial que, sin temor y con libertad, dice públicamente lo que piensa y lo que otros muchos pensamos.

Con tus claras y lúcidas respuestas en la entrevista de El País (27-VIII-06) has hecho revivir nuestra casi apagada confianza y esperanza. Cualquiera que viva en nuestra sociedad ha podido oír y sentir hasta la saciedad el descrédito a que, en estos dos últimos años, han sometido a nuestra Iglesia la postura bastante generalizada de nuestros obispos, bien con declaraciones individuales, bien con declaraciones colectivas oficiales.

Estamos convencidos de que no todos sostienen, en particular, las tesis proclamadas y defendidas corporativamente. Ha sido un magisterio desfasado, desconectado del Vaticano II y de la nueva situación democrática española. No podíamos leer sin sonrojo análisis, juicios y orientaciones que llevaban el sello de otros tiempos.

Resultaba natural que cristianos y no cristianos lo lamentasen como un despropósito y escándalo, seguros de que, mas que un anuncio con base en la enseñanza y práctica de Jesús, era una vuelta nostálgica a recuperar posiciones de poder, propias de un régimen de cristiandad o de nacional catolicismo.

En esa situación de sometimiento, silencio, omisión o complicidad uniformada de nuestros obispos, llega tu voz serena, libre y valiente, como un haz de luz y un estímulo profético a no dejarse dominar por posiciones que no responden a la verdad y desorientan profundamente al pueblo de Dios.

Queremos agradecerte este servicio público de fidelidad a la verdad (de otra forma por lo menos de entenderla), que reafirma con toda legitimidad la libertad y el pluralismo en la Iglesia católica, la necesidad de diálogo que limite posiciones unilaterales prepotentes, el imperativo de proseguir en la Iglesia la renovación decretada por el Vaticano II y, sobre todo, la norma de que la Jerarquía no puede alinearse políticamente con ningún partido.

Nos identificamos gozosamente con tu enfoque y criterios e intentamos, frente a posibles incomprensiones y acosos, expresarte nuestra adhesión y apoyo y la convicción de que -aunque quizás sólo mediáticamente- estarás seguramente más acompañado y aplaudido que el global colectivo de nuestros obispos.

Nos conforta volver a comprobar que, dentro de nuestra Iglesia, hay autoridades a las que el poder, el miedo o viejas doctrinas del pasado, no les ciega o les hace subordinarse débilmente, sino que les guía el amor a la verdad o, lo que es lo mismo, el anuncio límpido del Evangelio, con atención a la evolución y nuevos progresos de la sociedad, con la preocupación de que sea mayor la igualdad, y se haga justicia a todos y no se niegue a nadie, con sentimientos de autentico respeto y tolerancia, la libertad.

Gracias, Josep María, por tu testimonio, compartido indudablemente por tu comunidad, la cual sabrá estar, como pensamos, a tu lado con íntimo aprecio, corresponsabilidad y fraternidad.

Recibe, con el nuestro, el apoyo agradecido de innumerables cristianos de a pie, que se habrán visto fortalecidos con tus palabras. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

Reconocidamente, con sentimientos fraternales

Enric Enrich Coll - Pedro Oleo Cortés - Pere Comella Pons, sacerdotes de Menorca.

* Entrevista de María Antonia Iglesias a Josep María Soler publicada el 27 de agosto de 2006 en el periódico El País:

http://www.elpais.es/articulo/reportajes/faltar/verdad/decir/Iglesia/perseguida/Espana/elpdomrpj/20060827elpdmgrep_1/Tes


taizé al año

taizé al año

TAIZÉ AL AÑO DE LA MUERTE DEL HERMANO ROGER
Alabado seas por la vida entregada de nuestro hermano Roger
MATEO GONZÁLEZ ALONSO

ECLESALIA, 04/09/06.- El miércoles 16 de agosto, al terminar la catequesis que semanalmente el Papa acostumbra a tener, Benedicto XVI recordaba a alguien especial. Y es que, un año atrás, en el viaje que el pontífice hizo a Alemania para participar en la Jornada Mundial de la Juventud se enteró del trágico fallecimiento -era asesinado por una de las personas que estaba participando en la oración de la tarde- del hermano Roger, el fundador de la comunidad de Taizé. Benedicto XVI le describía con estas pinceladas: “Su testimonio de fe cristiana y dialogo ecuménico fueron una preciosa enseñanza para generaciones enteras de jóvenes. Pidamos al Señor que el sacrificio de su vida contribuya a consolidar el compromiso por la paz y la solidaridad de quienes tienen en sus corazones el futuro de la humanidad”.

En aquel entonces el trágico acontecimiento no interrumpió el ritmo frenético estival de vida de esta pequeña colina de la borgoña francesa, cercana a la, en su día esplendorosa, Cluny. Fue un acontecimiento doloroso pero que no ha hecho más que reforzar la propuesta de sumergirse en las fuentes de la fe, que es Taizé.

Un año después, el recuerdo ha sido sencillo pero emotivamente sentido. Los horarios siguieron el curso habitual: la oración de la mañana y del mediodía, los trabajos cotidianos, las introducciones bíblicas que animan los diferentes hermanos de la comunidad ecuménica, las colas y las comidas frugales, los talleres de la tarde… Y ahí, precisamente ahí, surgía el recuerdo por el hombre que se rodeaba de niños para orar, por quien hacía suyas las ansias de tantos jóvenes y las elevaba a Dios en forma de oración cada mediodía, por quien dio cauce a la gran necesidad de soledad interior de quienes se acercaban a la iglesia románica de Taizé -a cuyas puertas se encuentra la sencilla tumba del hermano Roger-, por quien fue guía y cauce de un hermano que dudaba sobre qué pasos dar para ser más de Dios…

El recuerdo más sentido fue al final del día, con la celebración de la Eucaristía. Unos minutos antes del inicio, los hermanos de la comunidad se reunieron en torno a la tumba de su fundador y cantaron uno de los cantos favoritos del hermano Roger, un canto cuya letra en francés nos ayuda a pedir la luz que nos guíe: “Jesús, el Cristo, luz interior, no dejes que mis tinieblas me hablen, dame de acoger tu amor”.

La eucaristía comenzó pasadas las 20.30 horas en la iglesia de la Reconciliación, y tuvo el ritmo propio de Taizé. Con una estimación de casi 7.000 jóvenes de más de 60 países que estuvieron presentes a lo largo de esa semana en Taizé. La eucaristía fue presidida por Monseñor Gerard Daucourt, el obispo de Nanterre; quien permaneció en la comunidad hasta el día siguiente en el que presidió la misa para el grupo de católicos que se junta cada día a las 7.30 h.

El momento más emotivo fue la lectura del evangelio de las Bienaventuranzas (Mt 5, 1-12) que fue la misma que la del 16 de agosto pasado; precisamente a la misma hora en la que el hermano Roger era herido de muerte con un cuchillo mientras participaba desde su silla de ruedas en la oración de la tarde.

Particularmente intensa fue la lectura de una oración del hermano Alois, actual superior de la comunidad, interrumpida por la fuerte tormenta que en esos momentos se hacía notar con su mayor intensidad en la colina y que llegó a dejar al templo con la luz de emergencia. La oración, leída en varios idiomas dice así: “Dios eterno, alabado seas por la vida entregada de nuestro hermano Roger. Por su vida y por su muerte él nos ha conducido por el camino de la confianza en ti, el Dios de la vida, en quien el amor y el perdón son sin límites. Nosotros mismos, con una fe muy pequeña, podemos abandonarnos en tu Palabra y al soplo de tu Espíritu Santo. Por Cristo tú nos unes en una sola comunión, la de la Iglesia. Y nos envías, con nuestras fragilidades humanas, a transmitir un misterio de esperanza. Que se levante la paz sobre la tierra, esta paz del corazón que nuestro hermano Roger tanto deseaba para cada ser humano”.

En la Iglesia, ese y los días siguientes, un icono nos sirvió de recuerdo de la vida interior del hermano Roger -tanto es así que este icono estaba frecuentemente en su habitación-. El icono de “Jesucristo y el amigo”, en la que alguien con aspecto de caminante, con un sorprendido parecido al hermano Roger, es abrazado por Cristo.

Ha pasado un año, se ha terminado el tiempo de la fundación -decía el hermano Alois a la comunidad tras el entierro un año atrás-, todos los que viven la experiencia de Taizé somos sucesores de su intensa búsqueda de las fuentes de la fe como camino para una auténtica reconciliación, somos portadores del Espíritu que nos impulsa a hacer posible la parábola de la comunidad que constituye Taizé, somos cauce del amor de Dios ante los más alejados, los más necesitados… Es posible vivir en plenitud el programa de las Bienaventuranzas. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

emigrantes

EMIGRANTES: ¡PONTE EN SU LUGAR!
JOSÉ IGNACIO CALLEJA, Profesor de Ética Social Cristiana
VITORIA-GASTEIZ.

ECLESALIA, 01/09/06.- Era la noticia de un día cualquiera. 18.500 inmigrantes subsaharianos han conseguido alcanzar las costas canarias en lo que va de año. El gobierno español calcula que unos 450 cadáveres han sido recogidos en el mar durante ese mismo periodo. La Cruz Roja cree que serán de 2000 a 3000 las personas que han desaparecido en el Mediterráneo, en su deseo de llegar a Europa.

Intentemos pensar juntos sobre estos hechos y hagámoslo con sentido común. Vivo en el mundo y oigo a menudo esta primera reacción, “nos van a inundar, ¡qué cada uno se quede en su tierra, qué no vengan! Es una reacción primera; en realidad, primaria y primitiva. Es algo así como decir, “a mí me va bien y no quiero que me molesten”. Pero claro, la cuestión es ponerse en el lugar del otro y responder a qué haría yo de estar en su lugar. La pregunta inteligente, cabal y moral, sobre cualquier problema, es qué haría yo en el lugar del otro, e intentar comprender sus derechos y, si creo que no los tiene, sus razones. Si no me pongo en la piel del otro, realmente no he pensado las cosas en serio ni me he hecho preguntas éticas. Soy un ignorante o un cínico.

Luego están los que tienen más cabeza. Que vengan, sí, -dicen-, pero conforme a las necesidades y posibilidades de nuestro modelo social. Que vengan con papeles y a medida que la situación laboral lo permita. Piensan bien estos amigos. Son realistas y tienen sentido común. Tan realistas y cautelosos que se pasan. Porque la cuestión es también ver si podemos presionar para hacer más hueco. No sólo si hay huecos, sino si podemos hacerles hueco. Estamos ante el problema de una implicación positiva de los ciudadanos de Europa para crear posibilidades y forzar oportunidades.

Vamos a concretar un poco. Si esa gente en el África subsahariana sabe cómo vivimos, sobre todo cómo consumimos, y ella está malviviendo en su país, pongámonos en su lugar y veamos cómo se les puede decir, “así son las cosas y así es lo justo, porque así lo determinan las fronteras”. ¿Quién creerá esto? Yo no. Pero no vienen los más necesitados, -se dice-, sino los más atrevidos y preparados. Desde luego, lo sé, pero ¿qué otros sean más pobres que ellos, hace injusto su intento? Por favor. Es la eterna disculpa de los satisfechos, “no ayudo a éste, porque otros están todavía peor”.

Si poniéndonos en su lugar, no hay escapatoria para decir que les entendemos perfectamente, miremos un poco a nuestras posibilidades. Decimos que no hay trabajo para todos. Es cierto. Y concluimos que entonces, si vienen tantos será un problema mayor. Es cierto. Si damos por hecho que el sistema social es el que es, que las cosas son como son, que la propiedad acumulada hasta el abuso es natural, que los consumos de lujo y el derroche en cosas superfluas son respetables y legítimos, entonces “apaga y vámonos”. Y ésta es la realidad.

Un ejemplo. Las empresas de telefonía han encargado el diseño de algunos de sus móviles a artistas de prestigio internacional. Les han incorporado cuero, plata, oro y hasta brillantes. El resultado, que ellas mismas están sorprendidas con el éxito del producto y tienen lista de espera. Claro, si consideramos legítimo y normal que mucha gente acumule viviendas de lujo, se gaste en objetos de marca y diseño cantidades incalculables, disponga de varios automóviles de gran cilindrada, se reserve espacios en la costa, tiendas, hoteles, restaurantes y hasta colegios para “la corporación de los ricos”, si todo esto, y mucho más, es normal y legítimo, entonces cierto que no llega para todos. No llega para todos porque muchos se han hecho con más de lo que les corresponde y admitimos que esto es legal y justo. Pero como esto suena a rancio socialismo, cuando no es más que el “abecé” del “destino universal de los bienes creados”, ley fundamental de la creación, ahí están muchos para reírse con cinismo. ¿De qué se ríen? De cómo nos tragamos una versión abstracta y desencarnada de los derechos humanos, ésos que son de todos los humanos, pero siempre que sean ciudadanos de mi Estado; más aún, siempre que sean ciudadanos realistas, es decir, que no reclamen demasiados derechos sociales y no cuestionen el derecho de propiedad, ¡cualquiera que sea su magnitud, modo de gestión y destino de las plusvalías!

Son muchas las cosas que pueden decirse a partir de la emigración, y en muchos casos, críticas con las mías. Pero la tesis de que para responder las cuestiones más conflictivas de la vida hay que ponerse en el lugar de los otros, de las víctimas principalmente, y así entender sus derechos y sus razones, es inapelable. Aquí queremos se morales y muy dignos sin admitir preguntas sobre yo cómo vivo, yo qué puedo hacer y yo qué puedo aportar. Así que la riqueza, y sobre todo el consumo lujoso y despilfarrador es siempre conservador en cuanto a las ideas. Porque cuando no crees en nada más que en tu posición social acomodada, todo lo que sirva para justificarla es bueno, y así, -dices-, viva “la patria”, viva “la moral de siempre”, vivan “las formas democráticas a secas”, viva “la religión conservadora”. Y si quieres creer en muchas cosas, sin renunciar a tu posición social privilegiada, entonces tienes que evitarte las preguntas fundamentales y lanzarte a la acción, porque “no hay tiempo para teorizar”, es decir, para “denunciar las causas de tanta injusticia”, o “siempre fue así, y no tienen remedio político”; en realidad, no quieres descubrirte más culpable de lo que imaginabas. En suma, primero colaboramos a que haya más pobres que nunca y después nos organizamos para resolver los casos más cercanos. No renuncio a estas ayudas, desde luego, pero la cuestión de ponernos en el lugar del otro, de las víctimas, es definitiva en cuanto a nuestro saber, poder y querer. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

malta

malta

MALTA, JULIO DE 2006
(Lectura de Lucas 10, 25-37)
EMMA TORRALBA, emmatorralba@yahoo.es

ECLESALIA, 24/07/06.- En esto se levantó el opulento Primer Mundo y le preguntó para ponerlo a prueba:

-Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?

El le dijo:

-¿Qué es lo que está escrito en vuestros libros sagrados? ¿Qué es lo que os dicen vuestros líderes religiosos?

El Primer Mundo contestó:

- “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente. Y a tu prójimo como a ti mismo”.

El le dijo:

- Bien contestado. Haz esto y tendrás vida.

Pero el Primer Mundo, queriendo justificarse, preguntó a Jesús:

-Y ¿quién es mi prójimo?

Jesús le contestó:

- 51 inmigrantes subsaharianos que huían de las guerras, el saqueo y las hambrunas de sus pueblos, navegaban a la derivaba en aguas internacionales entre Libia y Malta. Iban en un frágil cayuco, sedientos y medio muertos.

Aquel mar lo vimos todos. Pero los judíos y los palestinos ocupados en matarse unos a otros por un trozo de tierra dieron un rodeo; defender el “honor” de Yahvé y Alá, sacrificando vidas humanas era ahora su macabra obsesión. Lo mismo hicieron los católicos, dieron un rodeo y pasaron de largo; el Estado Vaticano no tomó la iniciativa de abrir sus puertas y acoger en sus lujosos aposentos a tanta desesperanza.

Sin embargo, un pesquero, el “Francisco y Catalina”, que iba a faenar por aquellas aguas para ganarse el pan de cada día, vio el cayuco, a la tripulación se le conmovieron las entrañas, y los rescataron. "No somos héroes, somos marineros, pero lo volveríamos a hacer, sin ninguna duda" –dijeron al ser preguntados por los periodistas que querían convertir la compasión en espectáculo-. Los subieron a cubierta, les vendaron las heridas, compartieron aceite, agua y vino. Y apretujados aguantaron entre el estupor y la indignación la negativa de las autoridades maltesas al desembarco en sus costas; cada día que pasaba ponían de su bolsillo los 6.000 euros de su jornada laboral. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

¿Qué te parece? ¿Quién de todos se hizo prójimo de los náufragos?

El Primer Mundo contestó:

- El que tuvo compasión de ellos.

Jesús le dijo:

- Pues anda, haced vosotros lo mismo.

con el pueblo (y 2)

con el pueblo (y 2)

TODOS SOMOS LA YUCA (Y 2)
JUAN CARLOS PINEDO IBÁÑEZ, Equipo Pastoral de Llodio (Álava), exmisionero en Los Ríos (Ecuador)
LLODIO (ÁLAVA).

ECLESALIA, 04/07/06.- La respuesta que habéis dado los/as lectores de Eclesalia a nuestra llamada de socorro ante la situación que se estaba viviendo en La Yuca (Palenque, Los Ríos, Ecuador) ha sido impresionante. Se ha bloqueado el pequeño ordenador de que disponen con tanto mensaje. Queremos hacer una pequeña publicación (en papel y en página web) con todos vuestros mensajes. Eskerrik asko, gracias por tanta solidaridad.

Carta de Benjamín y Aitor

Ellos mismos (Benja y Aitor) quieren dirigirse a vosotros para transmitiros su emoción y agradecimiento. Copio textualmente su carta.

“Queridos amigos y amigas: De una u otra manera os habéis hecho presentes en este frente de denuncia y resistencia para que el gobierno acepte el despropósito de haber quemado treinta y nueve casas y causado tanto sufrimiento; pero lo va haciendo como a regañadientes. Los campesinos podrán volver paulatinamente a sus “carpas” e irse curando de sus heridas. Han caído el gobernador y el intendente de policía, pero no es toda la trama, ni los más importantes.

Todos somos partícipes de estos inicios de victoria y, por lo tanto, podemos brindar con este buen vino de la alegría.

Pero queremos contaros este pequeño trasfondo. Al desalojo y la destrucción iniciada el 19 de septiembre del año pasado las comunidades cristianas a las que se unieron otras asociaciones respondieron con una manifestación brutalmente reprimida con gases y 18 detenidos. Casi un año después fue más numerosa la entrada de policía ¿800 tal vez?, y más fuerte el contingente policial que se quedó: 97. Destruyeron otras 39 casas, robaron cosechas y animales, impidieron el paso y la información y amenazaron a los Agentes de Pastoral. Por otra parte se seguía amenazando a campesinos con la expulsión de sus tierras.

Se hizo más necesaria la presión de las comunidades y de las asociaciones. La organización de las comunidades cristianas no es tan fuerte y el miedo grande pues el campesino ha vivido permanente sin más amparo que la familia. Aún así se ha dejado ver y ha ido creciendo en conciencia y participación.

Ante una injusticia tan grande de Estado hubo que recurrir a la información y el Grupo Misionero Vasco hizo una campaña. En los caminos de la información estabais también vosotros, junto al pozo de Eclesalia, esperando con vuestro vaso lleno de Espíritu del que hemos bebido. Vuestras cartas que intentaremos publicar coincidían en algunos aspectos: Que la vida y la dignidad de los pobres es un continuo sobresalto. Que los pobres son un sacramento al que hay que acercarse y recibir. Que los pobres son sujetos en esta Iglesia en que la justicia, es decir la vía profética, ocupa un lugar importante. Que las comunidades eclesiales de Base tienen mucha mayor solidez y capacidad de respuesta que la multitud parroquial. Que en esta lucha por un recinto de hombres y mujeres campesinos amenazados y castigados hemos participado con diversas funciones.

Intentaremos reforzar este camino que vemos que es posible y necesario y ojalá aparezca en los próximos documentos de la nueva asamblea del episcopado latinoamericano que se reunirá en Brasil.

Un fuerte abrazo agradecido. Aitor y Benjamín”.

Luchar por la justicia no es agitar al pueblo

También os quiero hacer llegar el comunicado que hizo público el Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Néstor Herrera Heredia, que significó un respaldo público a estos compañeros:

“Los acontecimientos que se están viviendo el La Yuca, parroquia Palenque, de las Provincia de Los Ríos, han vuelto a actualizar la equivocada actitud de las Autoridades y la Policía que ya pusieron de manifiesto hace poco en el caso de la Parroquia Patricia Pilar, de la misma Provincia, de inculpar al Párroco y los Agentes de Pastoral de agitar al pueblo por el simple hecho de estar acompañando a los moradores del lugar ante los atropellos de que son víctimas.

Ante el desalojo violento a moradores que tienen en propiedad más de 40 años la tierra en donde viven y de la que viven, destruyendo casas, arrasando sembríos y ultrajando a las personas, ninguna persona sensata puede callar y menos los Agentes de Pastoral que están llamados a velar por la dignidad de la persona humana, la defensa de sus derechos y la vivencia de la fraternidad cristiana.

No se entiende, por otra parte, cómo un Intendente de Policía se empeñe en ejecutar una orden dada hace seis años, cómo un Gobernador pueda justificarse diciendo que respalda esa actuación claramente reñida con la justicia y el derecho y mucho menos que la Policía se convierta en azote de un pueblo indefenso. Se ve con claridad que allí priman intereses personales y un claro afán de atacar y desprestigiar a la Iglesia.

Ante estos hechos, injuriar a los Agentes de Pastoral, excediéndose en sus atribuciones amenazarles con deportarles por su condición de misioneros extranjeros, es abusar de la autoridad y desconocer las leyes del País, cosa lamentable en quienes están llamados a velar por el bienestar de sus conciudadanos y a dar ejemplo de respeto a los derechos de todas las personas.

La Conferencia Episcopal rechaza estas falsas y absurdas imputaciones de las Autoridades de la Provincia de los Ríos, respalda a los misioneros Benjamín Respaldiza y Aitor Arbaiza injustamente vejados y a todos los Misioneros del Grupo Vasco y manifiesta, una vez más, que luchar por la Justicia no es agitar al pueblo, no es implantar el terrorismo ni atentar contra el orden público ni la paz ciudadana.

Mons. Néstor Herrera Heredia

Obispo de Machala y Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.

28 de Junio del 2006"

Agradecimiento

Agradeciéndoos nuevamente a todos/as vosotros/as el apoyo desplegado, agradecemos también las páginas abiertas de Eclesalia y las utilizaremos, si es que se presenta nuevamente alguna ocasión. Eskerrik asko. Laster arte. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

- - -> Para más información: palenque@easynet.net.ec

otra voz

otra voz

OTRA VOZ EN LA IGLESIA
Presentación de "Redes Cristianas" en el Centro UNESCO de la Comunidad de Madrid el 14 de junio de 2006
EVARISTO VILLAR
MADRID.

MADRID., 23/06/06.- Es de agradecer la presencia de los medios en esta mañana, máxime cuando casi toda la información en estos días la acaparan el Campeonato Mundial de Fútbol y la consabida escena dramática que tiñe a diario de sangre el Próximo y Mediano Oriente. Nuestro reconocimiento es también para el Centro UNESCO de la Comunidad de Madrid que generosamente nos ha prestado sus instalaciones para llevar a cabo esta presentación .

Para quienes no estéis ya familiarizados con el sujeto de esta convocatoria, será preciso que comencemos haciendo una breve aproximación a lo que es o pretende ser Redes Cristianas; que descubramos, luego, su origen, sus raíces; que manifestemos, en tercer lugar, el porqué nace ahora esta institución y el para qué; que dibujemos gosso modo su estilo y talante, su espíritu; y que, finalmente, cerremos esta presentación con una lista de los colectivos que actualmente integran Redes Cristianas.

1. Digamos, como primera aproximación, que Redes Cristianas es un sujeto colectivo cristiano crítico y de ámbito estatal. Este “sujeto colectivo” está constituido, actualmente, por 150 comunidades, movimientos, grupos, instituciones, parroquias, etc. Aunque no se han descartado expresamente las adhesiones individuales, por motivos prácticos se ha comenzado por la coordinación de los colectivos. Redes Cristianas, después de mucho debate, se ha dado una Carta de Identidad que refleja en mínimos los objetivos que persigue esta institución; y se ha dotado también de una Organización Interna, suficientemente flexible para no caer en la burocracia y eminentemente práctica para ser operativa y no ceder a la ineficacia. Estas son sus mediaciones: Asamblea General, Asamblea de Representantes, Coordinadora, Equipos Especiales de Apoyo y Consejo Editorial de la página Web (www.redescristianas.net). Se pretende no duplicar ni anular la actividad particular de ningún colectivo, pero unirse para hacer juntos aquellos gestos y compromisos que en pequeño grupo no sería posible realizar.

Se trata, en segundo lugar, de un sujeto colectivo, integrado por “cristianos críticos” que pertenecen a la Iglesia católica, que son parte de la misma. Aunque pueda resultar extraño, dada la actual orientación restauracionista y conservadora que domina esta institución (que injustamente se sigue identificando casi siempre con su jerarquía y sus grupos más reaccionarios, -¡ya va siendo hora de que la prensa especializada empiece a desprenderse de su pereza mental o ignorancia crónica en este campo-), este movimiento cristiano-católico de base se caracteriza por su diálogo franco y sincero y su apertura sin prejuicios a los nuevos aires y signos de la modernidad. Se trata, pues, de unas personas abiertas y dialogantes, en nada sospechosas que, desde su fe, encuentran razones teológicas suficientes para entablar un diálogo constructivo y fecundo con no importa qué rama del saber humano siempre que sea liberador y con el pluralismo religioso que ya existe en nuestro país. Esta apertura llega, como se refleja suficientemente en su Carta de Identidad, hasta la confluencia y reforzamiento de su actual presencia en los movimientos sociales y ciudadanos, altermundialistas, que apuestan por “otro mundo y otra ciudad posibles”.

En el amplio espectro del cristianismo actualmente reinante en nuestro país, en modo alguno uniforme, Redes Cristianas se desmarca abiertamente de ese “catolicismo confuso y difuso”, sociológico, ritualista y casi siempre mudo que ha generado mayormente el nacionalcatolicismo, la cristiandad; tampoco puede identificarse con un “cristianismo eclesiástico o eclesiocéntrico”, controlado por la jerarquía y muy influyente en las altas esferas vaticanas (hasta el punto de ser calificado como “el nuevo ejército del Papa”: Opus, Neocatecumenales, Legionarios, Comunión y Liberación, etc.), pero con una presencia más bien legitimadora de la actual situación de desigualdad tanto en la sociedad como en la Iglesia..

En este panorama, Redes Cristianas, como sujeto colectivo crítico, se sitúa más bien en la base social y eclesial, más celoso roussonianamente de la participación de todos y todas que de la delegación, más partidario de la organización horizontal que de la jerárquica o vertical. Su perfil enlaza más con aquel “cristianismo de mediación” que, desde mediados del pasado siglo, ha pretendido vivir en el mundo, involucrado codo a codo en los movimientos que luchan por la transformación de la realidad desigual, injusta y esclavizante (y tipificado en militantes de la talla de un Alfonso Carlos Comín y continuado posteriormente por un Diamantino García), que con un “cristianismo de presencia” que ha necesitado siempre de instituciones confesionales propias para definir su presencia y misión en el mundo. En una sociedad laica y aconfesional como la nuestra, este cristianismo de presencia cada día se va encontrando con mayores dificultades y se va evidenciando más ineficaz. En la línea trazada por el Vaticano II, principalmente en la Constitución Gaudium et Spes, y desarrollada posteriormente en las teologías y espiritualidad de la Liberación, Redes Cristianas pretende hacer de su praxis otra forma de ser y de estar como Iglesia cristiana y católica en el mundo, participando responsablemente en su ordenamiento y transformación.

Concretando un poco más esta identidad, digamos que Redes Cristianas es una institución católica, actualmente de “ámbito estatal”. Lo que quiere decir que hoy por hoy ya cuenta con representación en cada una de las Comunidades Autónomas; pero que, en el futuro, y dadas los deseos de adhesión manifestados por varios colectivos cristianos de otros países, está llamada a abrirse a la universalidad, que es la verdadera catolicidad.

2. ¿Por qué nace ahora Redes Cristianas? Se pueden traer a colación diferentes motivos. Anotamos simplemente algunos. En primer lugar, la coordinación de los movimientos transformadores en la Iglesia católica ha sido siempre una constante en la historia de esta institución. Basta recordar los movimientos monásticos en los siglos IV y V, los movimientos pauperistas de los siglos XII y XIII o la misma Reforma Luterana en el siglo XVI. Hay siempre una llamada a unirse para vivir con mayor radicalidad el Evangelio y atraer al resto de la Iglesia a su inspiración originaria. Entre nosotros, en el mismo momento de la constitución de Iglesia de Base de Madrid, hace ahora justamente 20 años, ya se expresaba esta misma preocupación en su Documento Programa (1986, p.1) con estas palabras: “También hemos manifestado nuestra disposición a ampliar esta coordinación a otros grupos y comunidades de Madrid y del Estado español con planteamientos similares a los nuestros”. Y estos planteamientos no eran otros que “la opción por los pobres”, la “presencia profético-liberadora en la sociedad y en la Iglesia” y “la construcción de comunidades libres y corresponsables”. La misma preocupación se vuelve a expresar durante la XV Asamblea General de la Red Europea de Iglesia por la Libertad, celebrada en Madrid (mayo del 2005) en cuyo contexto se elaboró el librito Vamos a Recuperar la Alegría. Aquí se dice expresamente que “necesitamos fomentar y fortalecer una mayor coordinación... capaz de ir proyectando en la sociedad y en las iglesias un estilo de vida alternativo al actual sistema, y unos valores más cercanos a aquellos por los que estamos luchando: la igualdad radical, la justicia, la solidaridad y la paz” (p. 69). Esto por una parte.

Desde un análisis más coyuntural, la actual crispación sociopolítica que estamos padeciendo y el posicionamiento “unilateral” de la jerarquía católica en temas de reproducción y bioética, su militante actitud contra la legalización del matrimonio homosexual y la encarnizada defensa del privilegio católico en la enseñanza de la religión en la escuela pública, etc., así como la apuesta a ultranza por el jerarquismo patriarcal en su funcionamiento interno y la consiguiente marginación del laicado y especialmente de la mujer, han sido causas determinantes en este nacimiento. Redes Cristianas quiere ser legítimamente “otra voz en la Iglesia católica”, diferente, y en ocasiones alternativa, a la que se pretende única, como es la voz de la jerarquía.

Desde la Fenomenología de la religión, por otra parte, estamos siendo testigos de la crisis galopante que está afectando a la fe no sólo en nuestro país sino en el conjunto del mundo occidental. Se trata de una crisis que, más allá de la religión en general y más allá de las mismas religiones históricas con notorio arraigo, afecta particularmente a la plausibilidad de la fe cristiana y a la credibilidad de las iglesias, principalmente de la católica. Y, mientras todo esto está ocurriendo, con verdaderos estragos en el pueblo cristiano, los portavoces oficiales de la jerarquía católica parecen estar mirando a otro lado: más preocupados por desacreditar a quienes buscan respuestas nuevas a los nuevos desafíos que la nueva racionalidad está presentando a la practica de la fe que por acompañarlos solidaria y pastoralmente en este empeño; más empeñados en la defensa de unos privilegios que crean desigualdad y agravios comparativos, que en la defensa de la igualdad, la justicia y las libertades a todas y a todos debidas. También esta situación ha provocada el nacimiento de Redes Cristianas.

Desde el punto de vista teológico, finalmente, tampoco, como a veces se cree, es un momento neutro o vacuo el que estamos viviendo. Los autores de la Biblia lo calificarían como un verdadero “cairós”, un tiempo particularmente propicio para volver a la cordura, a la inspiración originaria, a las verdaderas raíces de la fe cristiana. Juan XXIII no dudaría en calificar nuestros días como un verdadero signo de nuestro tiempo. Un signo que nos invita a desentrañar la densidad de la historia que van haciendo conjuntamente una sociedad siempre en cambio y una Iglesia que, para no quedar convertida en estatua de sal, deberá estar profundamente inmersa en este dinamismo. Un tiempo, pues, especialmente propicio para implicarse en la transformación radical de la Iglesia y de la misma sociedad. Todos los signos están apuntando en esa dirección.

3. Sólo una última palabra sobre lo que pudiéramos considerar el carácter, talante espíritu de Redes Cristianas. Una lectura reposada de su Carta de Identidad nos pone inmediatamente en la pista. Se trata de una institución que nace con proyecto, con propuesta, con agenda propia; no quiere poner su principal tarea en la reacción, el rechazo, el desmentido, como si tuviera que estar esperando a que otros le marcasen su propio recorrido.

Es evidente que, desde el talante profético del Evangelio de Jesús, ningún cristiano puede quedar indiferente a lo que represente un verdadero atropello a la dignidad humana, tanto dentro como fuera de la Iglesia. En este sentido, Redes Cristianas tendrá que ser firmemente crítica con todas aquellas instancias, instituciones, poderes y aun individuos que se caracterizan por un desprecio profundo de los derechos más elementales de las personas: la igualdad, la justicia, la misericordia, la paz, etc. Ante situaciones de este tenor, Redes Cristianas no puede ni debe callarse.

Pero tampoco pretende quedarse sólo en la denuncia. La sociedad y la Iglesia, para ser igualitarias y justas, para ser tolerantes y practicar la misericordia necesitan propuestas alternativas que vayan más allá de los márgenes o límites que ellas mismas han establecido como legales. La realidad siempre está desbordando la legalidad. Quedarse en la mera legalidad puede representar muchas veces un perfecto ejercicio de cinismo. Y para nadie es un secreto decir que gran parte de nuestra legalidad actual está encubriendo montañas de desigualdad y de injusticia, de falta de misericordia. Situaciones que, al fin, acaban convirtiéndose fácilmente en fuentes de conflicto, violencia y guerra. En estas situaciones, para ser justos y misericordiosos, será necesario brincar sobre los márgenes, romper las legalidades impuestas de forma injusta e inmisericorde. Los nuevos retos, en fin, están exigiendo nuevos planteamientos, nuevas propuestas. Y este parece ser el objetivo predominante que persigue Redes Cristianas. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

- - -> Para más información: www.redescristianas.net