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ecleSALia del 11/04/07 al 31/07/10

reino de jesús II

reino de jesús II

EL REINO (2)*
La tarea inacabada
JOSÉ VIDAL TEJERO, jvidalt@able.es
ZARAGOZA.

ECLESALIA, 09/06/06.- ¿Pero será posible algún día el Reino?, llevamos 2.000 años después de Jesús, y muchos mas antes, y todo parece ser que sigue igual, la opresión y la injusticia siguen, y la diferencia entre los hombres se mantienen, parece ser que los que mas tienen, cada vez tienen más y los que menos tienen, van aumentando y su situación en muchos casos mas deficitaria, todo esto hace imposible la justicia porque todo son “valores” antirreino.

Pero si el anuncio del Reino, se expresó muy claramente con Jesús, si que tenemos que tener claro que las claves del reino estaban anunciadas mucho antes y recogidas por escrito por los hombres de entonces. La Biblia es uno de los libros en los que se recogen esas claves desde sus comienzos, por eso a continuación voy a relatar una serie de pasajes en los que yo pienso en que se manifiestan esas claves del reino, para ello no voy a tener en cuenta si lo que nos cuenta la Biblia es histórico o no, sino que partiendo que a través de la Biblia, Dios nos está hablando, lo importante no es lo que dice, sino lo que transmite, es decir el mensaje que Dios nos manifiesta a través de esos libros.

“Y creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó, y los creó macho y hembra” Gen. 1, 27.

Es reconocer que Dios nos ha hecho a su imagen, es decir semejantes a Él, y que si somos semejantes a Dios, cuando en nuestra vida alcancemos la plenitud, es decir cuando el Reino se haya desarrollado totalmente, llegaremos a ser como Dios, porque nuestro destino es Dios y su Reino. También es un canto a la igualdad del hombre y la mujer, y es que si todos somos semejantes a Dios, no tiene por que haber diferencias entre los sexos, porque la diferencia del sexo es producto de la casualidad del espermatozoide que engendra la vida y que la casualidad no puede marcar una diferencia; tampoco tiene que haber diferencias entre los hombres, los que tienen y los que no tienen, porque en el Reino todos tendremos lo mismo y todos seremos iguales el día en que el Reino sé de en su totalidad.

“Mira al cielo, y cuenta si puedes las estrellas, así de numerosa será tu descendencia” Gen. 15, 5.

Aquí podemos ver un anuncio en el que dicen que la descendencia de Abraham será inmensa, y puesto que consideramos a Abraham como padre de los pueblos, es también un anuncio de que los destinados al Reino son infinitos, que el Reino no es un “chiringuito” al que solo puedan acceder unos pocos, sino que todos los hombres están destinados a Él, porque el Reino si es nuestra tarea, también es nuestro destino.

“No extiendas tu brazo sobre el niño” Gen. 22, 12.

Y Abraham siguiendo la tradición de sus mayores fue a ofrecer a su hijo primogénito en sacrificio a Dios, pero cuando llegó al lugar que había elegido para el sacrificio se dio cuenta de que Dios no es un dios de muertos, sino de vivos, y que no necesitaba la sangre de ningún niño; con esto nos podemos dar cuenta de que en el camino del Reino no lo podemos hacer sacrificando a nadie, porque todos tenemos un sitio en el proceso y en el resultado, es decir en el Reino.

“Alzó Abraham los ojos y vio tras sí un carnero enredado por los cuernos en la espesura.” Gen. 22, 13.

Y es que si alzamos nosotros los ojos un poco, es decir si ampliamos nuestro campo visual y de proceder, veremos una forma diferente de hacer las cosas, pero que nos acerca al Reino, porque nadie tiene la exclusiva sobre El y los caminos que llevan al Reino son infinitos.

“Veía Moisés que una zarza ardía y no se consumía” Ex. 3, 2

Y Moisés cuando estaba en el desierto, y pensando en la esclavitud que estaba sufriendo su pueblo, notaba que un fuego interno le abrasaba sin consumirse, y entonces se dio cuenta que solo podría apagar ese fuego si emprendía el camino de regreso para liberarlo, y es que el proceso del Reino es el proceso de liberación de todas las esclavitudes que estén sufriendo los hombres y mujeres.

“Y Dios dijo a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Así responderás a los hijos de Israel: YO SOY me manda a vosotros.” Ex. 3,14

Aquí Moisés da el nombre a Dios más bonito, es la forma más perfecta de definir la inmensidad de Dios, porque el hombre a través de la historia ha tratado y trata de poner nombre a Dios, porque así con el nombre lo limitan, es decir tratan de limitar al Ilimitado, y es que hay que tener en cuenta en el proceso del Reino, no se trata de “limitar” a Dios a nuestra imagen y semejanza, sino ampliar al hombre a imagen y semejanza de Dios y entonces es cuando se dará el Reino en plenitud.

“Y he dicho: Yo os sacaré de al opresión...... y os guiaré a una tierra que mana leche y miel”. Ex. 3, 17.

Y es que si somos capaces de salir de todas nuestras opresiones, nuestras necesidades estarán cubiertas, todos sin excepción seremos hartos, pero no sobrará, porque al “manar la leche y la miel”, quiere decir que los bienes necesarios para el hombre, serán para todos, sin distinción de raza, sexo o color.

“.... que de sus espadas harán rejas de arados, y de sus lanzas, hoces. No alzará la espada gente contra gente, ni se ejercitarán para la guerra”. Is. 2, 4.

El hombre ha construido las armas para defender sus posesiones y privilegios, frente a los que carecen de ellos, emplea la guerra como beneficio de los poderosos, para seguir mantener el poder conseguido o adquirir mas, por eso el Reino no puede ser una conquista militar, sino el fruto del trabajo de cada uno, con el convencimiento personal de que es posible, la guerra entonces ya no será necesaria, no por miedo al poderío militar de los mas fuertes, sino por que no habrá diferencias que defender y nadie deseará mas poder y entonces “las armas se fundirán y se harán herramientas”.

“¿Qué es el hombre para que te ocupes de él, para que pongas en él tu atención?” Job. 7, 17

Estando Job en sus tribulaciones, abandonado por todos, y en sus reflexiones, que en muchas ocasiones son cantos a la esperanza, se da cuenta de que el hombre es un ser muy importante dentro de los planes de Dios y es que el hombre es el instrumento destinado para realizar el Reino.

Jesús hizo que toda su vida pública fuese un anuncio del Reino, desde el mensaje que marcó el inicio de su predicación “arrepentíos que el Reino esta próximo”, continuando con las parábolas, que son la expresión por excelencia del Reino y culminando con su muerte, que fue la consecuencia lógica del enfrentamiento que suponía su vida y su mensaje frente a los poderes establecidos.

Yo soy consciente, de que podemos encontrar muchos mas anuncios sobre el Reino, y que no solo están en los escritos bíblicos, sino que Dios se ha y está manifestándose en todo momento y en todo lugar, y que este mensaje no es exclusivo del cristianismo, pero lo cierto es que yo que estoy inmerso en la cultura cristiana, es desde donde tengo que ir buscando los signos que me orienten, teniendo la completa seguridad de que no son los únicos ni los primeros, sino unos mas.

También constato que en el proceso del Reino, este no se hará realidad con la labor extraordinaria de ningún profeta o “enviado de dios”, sino que será la labor continuada de generación tras generación que va dejando un poso y construyendo a su vez una memoria colectiva que hará posible un día la plenitud del Reino.

Con todas estas premisas veo un mensaje muy claro de Dios y una labor inacabada, porque o decimos que todo lo anterior es una mentira, y por lo tanto nuestra vida es un error o tenemos que seguir con nuestra vida el proceso de ir haciendo el Reino que Dios nos está transmitiendo a través de la historia. Es que si Dios desde el principio nos ha estado manifestando su Reino, nuestra vida pasará pero sus palabras no y un día se hará realidad ese Reino. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

Mirad:

Unos jóvenes, buscando en las pertenencias que habían heredado de su padre, encontraron unas semillas de una planta tropical y desconocida allí, junto con las semillas encontraron las instrucciones para cultivar dicha planta.

Y se dijeron, alquilemos una finca y puesto que tenemos las instrucciones para cultivarlas, hagámoslo.

Y así lo hicieron, alquilaron una finca, plantaron parte de las semillas en un semillero, cuando habían crecido, las trasplantaron en la finca, siguiendo las instrucciones, las abonaban y quitaban las hierbas y las plantas crecían con vigor, cuando se hicieron grandes, y siempre según las instrucciones las podaron, siguiendo las formas allí descritas.

Pero sucedió, que el dueño de la finca se enfrentó en discusiones con el dueño de otra finca limítrofe, las discusiones fueron cada vez mayores, hasta que un día empezaron una guerra destruyendo mutuamente las fincas que encontraban en su paso y entre ellas la finca que cultivaban estos jóvenes quedó arrasada.

Cuando vieron todo destrozado, al principio se desanimaron, pero después analizando la situación se dijeron: Tenemos mucha semilla todavía, las instrucciones que nos dejó nuestro padre y la experiencia adquirida en todo este tiempo, pasemos toda esta información a nuestros hijos y animémosles a que cultiven esta planta.


- - -> * "EL REINO (1)" se publicó el 04/05/06 ( http://eclesalia.blogia.com/2006/050401-reino-de-jesus.php )


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