en vísperas
COMUNICADO DE PROCONCIL
EMILIA ROBLES Y JAVIER MALAGÓN, Coordinación; 11/04/05
MADRID.
ECLESALIA, 12/04/05.- En vísperas del Cónclave, queremos manifestar nuestro deseo de que, en el próximo pontificado, la Iglesia profundice en el trabajo que viene realizando en favor de la paz, de la justicia social y de la defensa de la dignidad de las personas y de los pueblos.
Necesitamos un Papa que aliente la misericordia, que lleve esperanza a los que sufren y promueva la liberación de los millones de hombres y mujeres víctimas de la pobreza, de la explotación económica y de la falta de respeto a los Derechos Humanos.
Para que la Iglesia pueda llevar a cabo esta misión, pedimos a Dios que nos conceda un Papa que impulse la conciliariedad en el seno de su Pueblo, facilitando la expresión y el debate acerca del papel de la fe y de la Iglesia en el mundo de hoy.
Nos gustaría que, con su Magisterio y con su ejemplo, logre crear un clima integrador, de participación y corresponsabilidad de fieles y comunidades eclesiales, donde tengan cabida un amplio espectro de puntos de vista y de sensibilidades.
Es importante que el nuevo Pontífice impulse y anime el proceso conciliar iniciado con el Vaticano II, en dirección a un nuevo concilio ecuménico, cuya convocatoria no tiene por qué ser inmediata, aunque sí visualizada como una necesidad que exige ir construyendo las condiciones adecuadas.
Consideramos que, en un futuro no muy lejano, un nuevo concilio debería ser signo de unidad y de esperanza para toda la comunidad de creyentes, fortaleciendo el papel de la Iglesia en favor de la Paz, de la Justicia Social y de la Dignidad Humana.
En cierto modo, el proceso conciliar ya está en marcha, porque en la Iglesia y en la sociedad los debates sobre los cambios que la Iglesia necesita están abiertos. Ahora necesitamos un Papa que reconozca estas preocupaciones y que manifieste voluntad y capacidad de dinamizar este proceso.
Para más información: http://www.proconcil.org
EMILIA ROBLES Y JAVIER MALAGÓN, Coordinación; 11/04/05
MADRID.
ECLESALIA, 12/04/05.- En vísperas del Cónclave, queremos manifestar nuestro deseo de que, en el próximo pontificado, la Iglesia profundice en el trabajo que viene realizando en favor de la paz, de la justicia social y de la defensa de la dignidad de las personas y de los pueblos.
Necesitamos un Papa que aliente la misericordia, que lleve esperanza a los que sufren y promueva la liberación de los millones de hombres y mujeres víctimas de la pobreza, de la explotación económica y de la falta de respeto a los Derechos Humanos.
Para que la Iglesia pueda llevar a cabo esta misión, pedimos a Dios que nos conceda un Papa que impulse la conciliariedad en el seno de su Pueblo, facilitando la expresión y el debate acerca del papel de la fe y de la Iglesia en el mundo de hoy.
Nos gustaría que, con su Magisterio y con su ejemplo, logre crear un clima integrador, de participación y corresponsabilidad de fieles y comunidades eclesiales, donde tengan cabida un amplio espectro de puntos de vista y de sensibilidades.
Es importante que el nuevo Pontífice impulse y anime el proceso conciliar iniciado con el Vaticano II, en dirección a un nuevo concilio ecuménico, cuya convocatoria no tiene por qué ser inmediata, aunque sí visualizada como una necesidad que exige ir construyendo las condiciones adecuadas.
Consideramos que, en un futuro no muy lejano, un nuevo concilio debería ser signo de unidad y de esperanza para toda la comunidad de creyentes, fortaleciendo el papel de la Iglesia en favor de la Paz, de la Justicia Social y de la Dignidad Humana.
En cierto modo, el proceso conciliar ya está en marcha, porque en la Iglesia y en la sociedad los debates sobre los cambios que la Iglesia necesita están abiertos. Ahora necesitamos un Papa que reconozca estas preocupaciones y que manifieste voluntad y capacidad de dinamizar este proceso.
Para más información: http://www.proconcil.org
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