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ecleSALia del 11/04/07 al 31/07/10

convivencia

¡PAZ A ISAAC! ¡PAZ A ISMAEL!

JUAN YZUEL SANZ, Ciberiglesia, juan@ciberiglesia.net

ZARAGOZA.

 

ECLESALIA, 14/06/10.- Creemos en el derecho del Pueblo Judío a tener una patria. Como ningún otro pueblo en la tierra, ha sufrido la persecución y el genocidio a lo largo de toda la Historia. A la vez, creemos en el derecho del Pueblo Palestino a la dignidad y la justicia que se le han negado desde la creación del Estado Judío.

Creemos, además, que ambos pueblos pueden coexistir y cooperar juntos para hacer de Tierra Santa un lugar de convivencia y tolerancia. Para ello apoyamos a todos los que buscan la paz de corazón, a sabiendas de que ésta sólo puede venir de la justicia y la verdad, de reconocerse que ambos son hermanos, hijos de Abraham en la fe.

Los últimos acontecimientos, la matanza de voluntarios que llevaban ayuda humanitaria al sufrido pueblo de Gaza en la flotilla de la paz, nos llenan de dolor y rabia. Llueve sobre mojado. Aún están sin cerrar las heridas del terrible ataque del año 2009 a la franja por parte del ejército israelí. Todo esto sigue añadiendo leña al fuego para justificar el radicalismo islámico que sufren muchos pueblos.

No a la impunidad de los responsables de todas estas matanzas. Apoyamos las campañas de diversos colectivos para que se investigue imparcialmente este nuevo atentado a los Derechos Humanos. Pero la cuestión no es buscar simplemente a un culpable de la última violencia. Todos hemos fallado, todos somos responsables últimos de la tragedia. Nadie, ni europeos ni estadounidenses, ni israelíes ni palestinos, ni árabes ni ningún otro pueblo, ni cristianos, ni judíos, ni musulmanes pueden alegar que han hecho todo lo posible para resolver este sangrante conflicto que recorre ya tres generaciones. Por eso hay que gritar: "¡Basta ya!"

No esperamos nada de los líderes políticos del mundo. El entramado de intereses económicos y geoestratégicos es tan complejo que no vemos a ninguno, en este momento, suficientemente libre y valiente para emprender verdaderas acciones que pongan orden en este caos. Menos aún cuando, los que de veras podrían hacer algo, están tan centrados en la economía. Pero tampoco nos podemos cruzar de brazos. Humildemente, con el convencimiento de que los católicos podemos y debemos hacer mucho más, pedimos a nuestra jerarquía que se implique en buscar una solución a esta herida purulenta de la gran familia humana. Y nos comprometemos nosotros mismos, como cristianos de a pie, a hacer todo lo posible por apoyar y animar cualquier pequeño gesto que traiga esperanza. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

¡Paz a Isaac! ¡Paz a Ismael!

 

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