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ecleSALia del 11/04/07 al 31/07/10

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LA INCOMPRENSIBLE GRATUIDAD DE DIOS
Meditando en el Centro de Salud
MARI PAZ LÓPEZ SANTOS, pazsantos@wanadoo.es
MADRID.

ECLESALIA, 20/12/07.- Hace unos días me encontraba en el Centro de Salud esperando que me llamaran para entrar en la consulta del médico. Mientras esperaba saqué del bolsillo el papel donde llevaba anotada la lista de la compra. En casa solemos reciclar los papeles utilizados por una sola cara convirtiéndolos en octavillas para anotaciones diversas. Repasé lo anotado: “Limones, patatas, compresas, suavizante, comida de la gata, pan, pescado, etc.” y, poco después, leí distraídamente la parte de un texto que figuraba en el reverso del papel y que, desgraciadamente había sido mutilado al convertir el folio en octavillas, dejándome este único mensaje comprensible:

“…La incomprensible gratuidad de Dios, que se justifica sólo por ella misma y que no puede ser clasificada ni medida por nosotros, porque siempre se desmarca de nuestros cánones de eficacia”.*

Durante los siguientes tres cuartos de hora esperando mi turno, miré de forma especial a una señora mayor que tenía al lado y que acompañaba a su marido a la consulta; en las sillas de enfrente el marido era el que acompañaba a su mujer que llevaba muletas; en la consulta de al lado, la hija y el yerno llevaban al padre al médico; en el piso de abajo se oían los lloros de un bebé atendido solícitamente por sus papás… y pude ver en todo ello la “incomprensible gratuidad de Dios” a través de lo humano hecho por amor.

No es fácil en el mundo que vivimos -que es sólo una mínima parte del mundo global, no lo olvidemos- reconocer como valor lo gratuito. Todo tiene precio, a todo se le busca un beneficio contante y sonante. El tiempo se convierte en oro porque sólo se dedica a producir y a consumir; las riquezas de la tierra se esquilman para obtener beneficios inmediatos; el dinero en forma de inversión se apodera del arte; y lo sagrado, puede llegar a ocultarse tras una pátina de activismo eficaz.

Efectivamente, Dios “se desmarca” y nos marca el camino de la gratuidad en el amor que se da, sin precio. Y de ese amor hay muchos ejemplos de vidas entregadas desde lo oculto, lo sencillo… desde el silencio de la vida cotidiana

Llego a la conclusión de que no hay nada más incomprensiblemente eficaz que el amor de Dios derramado de forma gratuita a través de lo humano. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

- - -> *Nota de la Redacción: Extracto del artículo “La ‘filosofía de vida’ de Jesús de Nazaret” de José I. González Faus publicado en Sal Térrae 1988/04. Se encuentra en www.mercaba.org/Fichas/Reino_de_Dios/la_filosofia_de_la_vida.htm


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