cauces de diálogo
CONSTRUIR RESURRECCIÓN
Carta abierta a los obispos de Madrid
COMUNIDADES CRISTIANAS de ENCOMÚN
MADRID.
ECLESALIA, 15/05/07.- Hermanos obispos: Somos un grupo de laicos que pertenecemos a diferentes comunidades cristianas y hemos confluido en un espacio de encuentro que hemos denominado Encomún.
Hemos decidido dirigirnos a vosotros por la profunda preocupación y tristeza que nos está produciendo los hechos ocurridos en los últimos días considerando que, por el puesto que ocupáis en la Comunidad, sois responsables de ayudarnos a caminar como pueblo de Dios siguiendo las enseñanzas de su Hijo Jesús.
Estamos siendo testigos del conflicto surgido con la parroquia de San Carlos Borromeo. Para nosotros, este es un motivo de desesperanza más, que se añade a la larga lista de hechos que parecen indicar que en nuestro pueblo, el pueblo de Dios, hay serias dificultades para aceptarnos unos a otros. De cualquier modo, no queremos hacerlo desde la desesperanza, sino hacerlo a la luz de la celebración de la Pascua y poder así construir resurrección, donde aparentemente hay desencuentros.
Es cierto que existen diferentes tendencias dentro de la Iglesia, pero Jesús, en su última Cena, nos enseño la mejor manera de tenerle a su lado siempre: Partió el pan para repartirlo entre sus amigos y que pudieran estar en común-unión. Cuando lo recordamos en la Eucaristía estamos celebrando precisamente eso: que Jesús se sigue repartiendo para llegar a todos; que juntos formamos el Cuerpo de Cristo.
Por eso nos parece importante que nos acojamos y nos escuchemos unos a otros y sepamos ver la mano del Espíritu en el carisma de cada uno, sin asustarnos por su forma de manifestarse para el bien común, y no dejarnos a ninguno en el camino porque, de otra manera, el pueblo de Dios estaría siempre incompleto.
Os pedimos, encarecidamente, que busquéis, junto a los miembros de la Parroquia de San Carlos, los cauces de diálogo fraterno, conforme a los valores transmitidos por Jesús de Nazaret, nuestro Señor, invocando al Espíritu para que nos ayude a todos a reconocer los carismas y servicios que vienen de todos los miembros de la Iglesia, en especial de los que se están dejando la piel en la tarea de ayudar a los más necesitados y desfavorecidos.
Seguiremos orando a Dios, nuestro Padre, para que nos siga ayudando a todos a vivir según su mandamiento principal, el mandamiento del amor, y desde él que sepamos vivir como Iglesia en comunión. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
Recibid un saludo muy cordial
Laicos de las comunidades cristianas de Encomún
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