papel de varón
¿CUAL ES EL PAPEL DEL VARÓN EN LA IGLESIA?*
SEFA AMELL I COMAS (Fotocomposición de NANO)
BARCELONA.
ECLESALIA, 29/06/06.- Quizás sea ésta una pregunta aún no formulada. El problema, al intentar definir éste papel, es que siempre ha sido claro y durante siglos no ha presentado ningún problema. Pero ahora está cuestionado porqué hay mujeres que reclaman un papel reconocido, aceptado y definido en el mismo espacio que están ocupando los hombres. Tendremos que examinar si el varón tiene algún papel por derecho propio y definir este papel.
Si acudimos al Evangelio nos encontramos a Jesús haciendo una misma pregunta a Pedro y a Marta de Betania. Pedro, ante la pregunta: Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Responde: Tu eres el Mesías el Hijo de Dios vivo" (Mateo 16, 13-20; Marcos 8, 27-30; Lucas 9, 20). En Juan 11, 26-27 hay un diálogo muy parecido, intenso y profundo, previo a la resurrección de Lázaro. Al terminar de hablar Jesús pregunta a Marta: ¿Lo crees esto? A lo que Marta responde: Sí Señor, yo creo que tu eres el Mesías, el Hijo de Dios que había de venir al mundo. La pequeña diferencia es que a Pedro le señala que no sale de él la respuesta sino que le ha sido revelada por el Padre, mientras que a Marta no le dice nada. Y la respuesta ha sido idéntica. No podemos decir que Pedro (y con él los varones) haya sido ni más sincero, ni más inspirado que Marta (y con ella las mujeres). Por lo tanto los hombres no se pueden atribuir más méritos que las mujeres.
Tenemos muchas mujeres en los Evangelios con papeles relevantes: La Samaritana, la suegra de Pedro, la mujer estigmatizada porqué tenía pérdidas de sangre y que fue curada, la encorvada que fue enderezada. En cambio no tenemos ni cojas, ni mudas, ni ciegas, ni leprosas, ni paralíticas. Los símbolos quieren decir muchas cosas.
Tenemos además la escena de la resurrección donde las mujeres, clarísimamente, reciben en primicia la Buena Nueva. Queda demostrado, por tanto que en el Evangelio no hay ni mejores, ni peores, sino que refleja que para Jesús es una comunidad de iguales.
Continuo preguntándome, ¿cual es el papel que distingue al hombre? Los apóstoles fueron llamados y respondieron a la llamada. María Magdalena, por ejemplo, fue discípula y apóstol espontáneamente sin haber sido llamada, ni nada se dice de las demás mujeres. Y mientras discípulos y apóstoles quedan perdidos y desorientados después de la muerte del Maestro, las mujeres permanecen activas y se organizan. Se hacen con las hierbas aromáticas y van diligentes al sepulcro. Y allí le ven. Y con la gran noticia corren a decirlo.
Pero, ¿como iban a creerlas? En aquella sociedad patriarcal solamente contaba el testimonio de los hombres, y ellos nada sabían. Aún no lo habían entendido. Pasó todo el día del Domingo hasta que por la tarde Jesús se les presentó. Ah! Entonces les pareció que ellos eran los elegidos.
Ya sabemos la historia. Los hombres se han apoderado del poder de Dios, lo han administrado, y han apartado las mujeres, (ahora lo sabemos) con mentiras, descréditos, y violencias, de los lugares del servicio, de la interpretación de los textos, e incluso la historia, tapando, escondiendo, invisibilizando, tergiversando, desacreditando, infantilizando...
¿Con qué autoridad los hombres se atreven a decidir cual ha de ser el papel de las mujeres?
Pienso que el papel del hombre en general ha sido hacerse con la propiedad de la mujer. Y del hombre de la Iglesia controlarle la vida entera y la sexualidad, siempre con el prejuicio y la amenaza del pecado y, de este modo, impedir su libertad. Un papel de árbitros no muy lucido, ciertamente.
Ya es hora de poner al descubierto que, efectivamente, este no es el papel que corresponde al hombre en general, porqué no se basa en el Evangelio. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
- - -> *Artículo publicado en catalán por la revista "El Pregó" nº 293 de 1/06/06
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