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ecleSALia del 11/04/07 al 31/07/10

con ecleSALia

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ECLESALIA, 24/12/09.- Nos llega Navidad y después de anunciarla con tanta esperanza no podemos menos que estar alegres. Ante tantos que no tienen ni sitio para nacer, adoramos el misterio de la vida. “Dios con nosotros” en cada uno de ellos, en cada una de ellas. En los que no tienen sitio ni en la posada, ni en el sistema. No podemos menos que estar alegres porque tenemos esperanza, terca esperanza.

Os dejamos con la aportación que hicimos al último número de la revista “Imágenes de la Fe” (438, diciembre 2009). Juan Yzuel dirige este sencillo y jugoso monográfico titulado “La pastoral en Internet”. Nos dio cabida en las páginas que llevan por título “La red a través de sus protagonistas” y se lo agradecemos. Podíamos decir que en estas líneas contamos “la verdadera historia de Eclesalia”. A punto de cumplir diez años en la red, os deseamos con ellas un 2010 rebosante de paz y bien. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

ecleSALia

www.eclesalia.net

Cristina Plaza y César Rollán. Madrid

Eclesalia Informativo nace con el siglo. El uno de septiembre de 2001 distribuimos el primer número con cerca de un centenar de ejemplares. Sin tinta ni papel, sin sello ni sobre y un remite centrado en una arroba.

Habíamos comenzado años atrás un servicio de información entre las comunidades cristianas de Madrid reunidas en la coordinadora Encomún. Desde la comisión de Realidad Eclesial enviábamos, por correo electrónico, noticias de las cosas de la Iglesia a los representantes de las comunidades. Su formato era el de “revista de prensa”. Más tarde se incluyó como una de las secciones de la revista digital Discípulos. Con el tiempo el número de personas que lo recibían fue aumentado considerablemente.

Nuestro servicio de información cobró autonomía con nombre propio en el 2001 y con ISSN un año después, pasando entonces a formar parte del número de publicaciones de carácter religioso del panorama internacional. En el 2009 dimos de alta nuestro archivo de suscripciones en la Agencia Española de Protección de Datos. Hoy llegamos a los cinco continentes con cerca de 10.000 suscripciones repartidas por todos los estados de vida y compromisos cristianos. Eminentemente católica y en español, nos reciben cristianos de otras confesiones y personas de distintos idiomas.

A eclesalia@eclesalia.net llegan los escritos inspirados y creativos de mujeres y hombres que nos piden su publicación. Apostamos por una Iglesia al aire del Espíritu, renovada y renovadora, con sabor a pueblo, Dios al fondo y Cristo en medio, nunca excluyente y siempre fraterna. Desde estos principios seleccionamos los artículos publicados.

A punto de cumplir los diez años, hoy somos en la redacción una familia con dos pequeños “becarios”. Desde esta realidad vamos discerniendo la vida. Tenemos nuestros propios trabajos con sus horas respectivas. Formamos parte de una comunidad cristiana y participamos en las movidas de varios colectivos cristianos. En los ratos libres damos vida al informativo. Suscripciones nuevas, alguna baja, correos devueltos, respuestas, reenvíos, eliminación de spam y preparación del artículo del día en poco más de una hora… si se puede. Cuando no se puede, pues nada, quizá mañana…

La gratuidad es otra de las características de nuestro servicio informativo. Nos hemos resistido a convertirnos en institución. Por ahora podemos hacerlo, podemos costear los gastos, podemos mantenernos de forma autónoma. Adquirimos, por tanto, una responsabilidad relativa. No tenemos obligación de mantener el servicio más allá de nuestras posibilidades. Al comienzo teníamos más tiempo para dedicarlo a ecleSALia y menos experiencia. Con el paso de los años vivimos intensamente la vida de familia que ocupa buena parte de nuestro tiempo y eso es una gran experiencia. Nuestra sensibilidad se enriquece, aunque la disponibilidad disminuya.

El futuro se nos presenta incierto y abierto. Con ecleSALia realizamos una labor de voluntariado, un trabajo pastoral escondido, una formación silenciosa. Su continuidad depende del interés de los que escriben y de la atención de los que lo reciben. No pretendemos mucho más, al menos por ahora.

En la Navidad del 2008 tuvimos que interrumpir nuestro servicio por problemas técnicos. Como en otras ocasiones, encontramos la solución de la mano de gente voluntaria que dedicó su tiempo y su esfuerzo a ayudarnos. No somos profesionales de nada técnico y todo lo vamos aprendiendo de manera autodidacta. En los últimos días de la Cuaresma de 2009 empezaron a resolverse las dificultades. Entonces mandamos un correo de prueba para ver si llegábamos… y recibimos centenares de respuestas entusiastas celebrando el regreso. Palabras de ánimo, de admiración, sentimientos de alegría, comunicaciones que expresaban la necesidad de vernos de nuevo en su “bandeja de entrada”. Llegaban a nuestro ordenador y nosotros las leíamos con calma mientras preparábamos la cena, estábamos pendientes del baño de los niños o recogíamos la ropa tendida. Nada que ver con la importancia que nos otorgaban. Nada que ver con la fragilidad de nuestra ecleSALia… pero muy relacionadas con el Espíritu que nos anima.

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