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Laicicidad: ciudadanos/as y cristianos/as el 29 de noviembre de 2008
LA FRESCURA DE SU ESPERANZA
En torno a la VIII Asamblea de Iglesia de Base de Madrid
EVARISTO VILLAR
MADRID.
ECLESALIA, 22/12/08.- Después de las inscripciones y entrega de carpetas, la VIII Asamblea comenzó justamente a las 10:00 h. Toda ella estuvo enmarcada en una celebración eucarística (Maestro, ¿dónde quieres que te preparemos la Cena?), que se inició en estos primeros momentos con el saludo de acogida, una oración inspirada en la Carta a Diogneto, un canto y la preparación de la Mesa.
A partir de aquí, se fueron desarrollando con mucha naturalidad los tres momentos vertebradores de este último acto de la VIII Asamblea, es decir, el discursivo- programático, el organizativo-administrativo y el convivencial. El primero se centró en La laicidad como base programática para los dos próximos años. Fue un rico espacio de exposición, debate y decisión que se alargó hasta mediodía y que se cerró con la presentación de las ofrendas eucarísticas, la consagración y la comunión. El segundo momento se inició a primera hora de la tarde y se centró en la organización y administración de Iglesia de Base de Madrid (IBdM). Después de un breve receso, bien avanzada ya la tarde, hubo un bonito encuentro-convivencia con algunos colectivos de Redes Cristianas de Madrid, invitados especialmente para esta ocasión. La asamblea se cerró con un canto y una creativa y bonita acción de gracias.
Es de notar que, entre las 150 personas que asistieron durante el día a la asamblea, hubo representantes de 28 comunidades.
Voy a detenerme en algunos detalles de cada uno de los tres momentos de la asamblea porque me parecen novedosos y dignos de reseñar.
I. LA LAICIDAD: PROGRAMACIÓN PARA LOS DOS PRÓXIMOS AÑOS
La comisión que voluntariamente se encargó de la elaboración, seguimiento y presentación de este tema, formada por cuatro personas, expuso el proceso seguido y su contenido así como las propuestas de acción que traía a la asamblea y sacó adelante con la aprobación general.
1. Ha sido un proceso participativo. Durante todo un año las comunidades han tenido la oportunidad de participar no sólo en la elección del tema, sino también en su desarrollo y la formulación de conclusiones. En un primer momento, las comunidades tuvieron que optar por la laicidad entre otros cinco temas que ellas mismas habían propuesto: Jesús, profeta laico; religión y laicidad: convergencia humanista y liberadora; pluralismo en la Iglesia y la sociedad; relaciones Iglesia-Estado; la religión en la escuela pública en España.
2. Luego vinieron el desarrollo, las propuestas prácticas, las estrategias a seguir y los medios.
- Se asume como objetivo general la separación nítida entre la Iglesia católica y el Estado. Lo que, más al fondo, apunta a estas tres cosas: a la emancipación plena de la sociedad civil de la hegemonía de la religión -lo que no significa que no esté abierta a ella-, a que el Estado asuma la autonomía que le otorga la Constitución en la gestión de la cosa pública y a que la Iglesia católica renuncie a los privilegios que la ponen en ventaja con referencia a otras instituciones religiosas y civiles, también privadas pero igualmente con dimensión pública.
- Desde este objetivo máximo se apuesta por la denuncia de aquellas situaciones o relaciones Iglesia católica/Estado que chocan frontalmente con el espíritu aconfesional (o laico) presente en la Constitución. Estas situaciones se amparan y justifican actualmente en los Acuerdos del Estado español con la Santa Sede de 1976 y 1978, y que, a juicio de reconocidos juristas de derecho internacional, son inconstitucionales tanto en la forma como en el fondo. La lista que hace IBdM de estos lugares de privilegio, objetos de denuncia, sigue, con pequeñas variantes, el elenco reflejado por Redes Cristianas en su Manifiesto por la Laicidad.
- Finalmente, se puntualizan las estrategias a seguir durante los dos próximos años para llevarlos a cabo. En este sentido, se marcan dos líneas de actuación: 1ª Una campaña de sensibilización ante la opinión pública, aprovechando los medios de comunicación sensibles al tema y los alternativos (prensa, radio, Tv, páginas web, etcétera). Y 2ª Acciones de presión ante las instituciones por medio de recogida de firmas para el Manifiesto de Redes Cristianas, entrevistas con autoridades, concentraciones ante las sedes de instituciones religiosas y civiles.
- Para llevar adelante todo esto, se crea una comisión ad hoc con un tiempo limitado, dos años, y con el cometido de hacer participar a todas las comunidades y colectivos integrados en Iglesia de Base de Madrid, de mantener una conexión permanente con Redes Cristianas en este tema, y de coordinar la acción con otras asociaciones y movimientos civiles interesados en el tema.
II. REMODELACIÓN ORGANIZATIVA DE IBdM
También esta tarea, que ha durado un año, fue llevada por una comisión de siete voluntarios/as. Su actividad se centró en varias etapas antes de presentar a la asamblea su propuesta organizativa. Durante la presentación del trabajo realizado, la comisión insistió en que todos los pasos que había dado han estado siempre abiertos a la participación de todas las comunidades, y que la propuesta de organización que se estaba presentando era fruto del diálogo permanente con los portavoces de las comunidades. Las etapas fueron éstas:
1ª La identificación del sujeto. Esta ha sido la tarea más larga y fatigosa. Se hizo una visita personal a cada una de las comunidades para completar una breve encuesta enviada antes por correo. Se trataba en esta primera etapa de certificar la existencia e identidad de cada una de las comunidades con su lugar social, sus representantes y la referencia que siguen manteniendo con IBdM. La comisión tenía la impresión de que, después de más de 20 años de rodaje, algunas comunidades se habían ido descolgando por diferentes motivos: por falta de interés, por envejecimiento, por debilitamiento o desaparición de la misma comunidad, etcétera. Pues bien, al final resultó que 28 comunidades siguen vinculadas y decididamente dispuestas a mantener su coordinación con IBdM, y el resto, una vinculación más flexible apoyada en la información y en gestos meramente puntuales.
2º Elaboración de la información recogida. El paso por las comunidades ha dejado en la comisión, según se dijo, una doble impresión: por una parte, se ha percibido la satisfacción que ha ido creando el camino juntamente recorrido en los últimos 22 años de coordinación. Se señalan expresamente las primeras asambleas generales, y, particularmente, la edición del Documento-Programa de 86, que representa una verdadera constitución para los Cristianos de Base en Madrid; también se mencionan como hechos positivos las relaciones hacia fuera que se han establecido durante este largo tiempo con la Red Europea de Iglesia por la Libertad, con Redes Cristianas y con los Movimientos Sociales de la Comunidad de Madrid.
Pero también -y sin llegar a calificarlo de crisis- se advierten, por otra parte, algunas incertidumbres en el presente de la coordinación que la están debilitando y que merecen ser tomados serenamente en consideración. Por ejemplo, a juicio de la comisión, se necesita a) redefinir unos objetivos y unas tareas que el largo tiempo transcurrido ha venido dejando ya obsoletos; b) retomar el método de trabajo horizontal y participativo que se que se puso en práctica desde los inicios y que por inercia, excesiva delegación o la necesidad de una eficacia inmediata se ha venido debilitando en los últimos años; c) redefinir la forma concreta de organización, volviendo a su forma original, lo que supone en concreto: restaurar la Coordinadora (en lugar de la Gestora), la Asamblea de Representantes (suprimida hace unos años) y las Comisiones de Trabajo, prácticamente reducidas a su mínima expresión.
3º La propuesta de organización. Después del análisis de las comunidades y de la valoración de los datos recogidos, la comisión, en diálogo con los portavoces de las comunidades, formuló una propuesta de organización que se cree realista y ajustada a las posibilidades del momento presente. Después del trabajo realizado, resulta que, con pequeños retoques de adaptación, esta propuesta reproduce prácticamente la misma que nos dimos desde los orígenes y que aparece sustancialmente reflejada en el Documento-Programa del 1986. En definitiva, nuestra organización (ratificada por esta VIII Asamblea) constará de los siguientes elementos:
- La Asamblea General que es soberana y que se reúne cada dos años para dibujar las líneas maestras de pensamiento y acción para ese periodo de tiempo.
- La Asamblea de representantes de las comunidades que van marcando el ritmo de la coordinación entre asambleas generales, revisando el proyecto común, proponiendo acciones puntuales, etcétera.
- Las Comisiones de trabajo encargadas de plasmar, cada una en su propio ámbito, el proyecto general de IBdM. La VIII ha priorizado estos tres espacios: los Movimientos Sociales, la Laicidad y las relaciones Exteriores
- La Coordinadora que es el órgano representativo y portavoz y administrativo de IBdM entre asambleas y que se completa con una Secretaría y Administración para las tareas específicas.
III. TRES IMPRESIONES PERSONALES SOBRE LA VIII ASAMBLEA
Estas impresiones tienen la única virtud de estar hechas por alguien que, desde sus orígenes, ha estado muy estrechamente vinculado a los avatares que ha ido atravesando IBdM, y que , en este último año, ha participado directamente en la comisión de organización. Tampoco pretenden mayor alcance que lo que supone una voz individual que dice en alto lo que en secreto piensa.
Pues bien, al hilo del proceso seguido en esta última asamblea se me ocurre que:
1º IBdM ha hecho una buena reconversión. Después de 22 años sin preocuparse mayormente de su propia identidad (tantos eran los reclamos externos que nos lo impedían), en esta asamblea se ha atrevido a mirarse detenidamente a sí misma y se ha descubierto realmente como es, con unos límites bien precisos, pero también con un futuro granado de posibilidades. La reconversión organizativa que ha hecho no ha sido traumática, aunque sí laboriosa. Después de todo un proceso de análisis y de búsqueda de alternativas estructurales, resulta que llegó a caer en la cuenta de que la solución ya la tenía en sí misma desde los comienzos... Hay fórmulas que, por muy extrañas que resulten al principio, su propia naturaleza asociada con el tiempo las van dotando luego de tal cotidianeidad y eficacia que al final resultan imprescindibles. Así ha ocurrido con las mediaciones institucionales que, con algunas variantes, se han vuelto a reponer.
2º Curiosamente, la reconversión no ha debilitado para nada su discurso. IBdM sigue manteniendo un discurso fuerte, crítico y alternativo, y unas prácticas realmente proféticas. Asomarse a su praxis es como descubrir ese hontanar ansiosamente buscado en el desierto, ese oasis donde te sorprenden su abundancia y frescura. Iglesia de Base está en todas las movidas eclesiales y cívicas de Madrid donde se juega algo verdaderamente importante para el ser humano. No hay espacio de marginación y exclusión tanto en la sociedad como en la Iglesia que no cuente con la decidida implicación y defensa de Iglesia de Base. Y en cuanto al discurso, el planteamiento y la justificación que hace de la Laicidad en la actual situación española son una manifestación palpable de la voluntad de alternativa que acompaña siempre a sus manifestaciones públicas.
3º Por todo esto, te sorprende gratamente percibir, en medio de la impresionante crisis que estamos atravesando y del desgaste que suponen tantos años de presencia profética, la frescura de su esperanza. Una actitud que brota de su real implicación en la vida donde no puede quebrar. IBdM podrá ser cínicamente ignorada por las cúpulas de un poder que solo sirve para proteger las propias ambiciones personales de quienes lo detentan y sus intereses corporativos, pero estará siempre muy presente allí donde la dureza de la vida está exigiendo gratuidad, justicia y calidez a la conciencia humana. Su presencia e implicación en las nobles causas de la justicia y la equidad son un evidente prueba de la robustez de su esperanza. Se podrá cubrir su existencia con un manto de ignorancia y aun de rechazo, pero nadie podrá prohibir a IBdM que, desde la base, siga soñando eficazmente con otra Iglesia y otro mundo posibles y necesarios.
Larga vida, pues, a IBdM, y nuestro deseo de que siga acrecentando su presencia pública en esos espacios sociales y religiosos capaces de empatizar con un discurso y una praxis alternativa al sistema dominante. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
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