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ecleSALia del 11/04/07 al 31/07/10

historia y palabra

historia y palabra

‘DICCIONARIO DE LA BIBLIA. HISTORIA Y PALABRA’
De la editorial Verbo Divino
XABIER PIKAZA, autor
BURGOS.

ECLESALIA, 28/05/07.- Existen en castellano buenos diccionarios manuales de la Biblia, como los dirigidos X. Léon-Dufour y P. M. Bogaert (Herder, Barcelona 1985 y 1993), L. Coenen (Sígueme, Salamanca 1984) y P. Rossano (Paulinas, Madrid 1990). A pesar de ello he querido publicar otro, para ofrecer un conjunto de informaciones y juicio valiosos, para aquellos lectores que, sin ser especialistas, quieren conocer mejor la Biblia como fenómeno cultural y literario, social y religioso. Expone y comenta con cierto detalle las líneas principales del despliegue y comprensión de la Escritura judía y cristiana desde un punto de vista histórico y social, literario y religioso.

Con sus 751 entradas, este diccionario recoge más de treinta años de estudio y docencia. No ha querido ocuparse de la Biblia desde el exterior, sino que ha intentado que la misma Biblia pueda hablar a los lectores y así vayan de mis palabras a la Palabra que es la Biblia y sean capaces de leerla mejor, desde un punto de vista cultural y religioso. Fiel a ese deseo, he renunciado, en principio, a la excesiva erudición y a los discursos analíticos, a fin de que la misma Biblia pueda hablar y los lectores de mi diccionario puedan introducirse mejor en su Palabra. Como su propio subtítulo destaca, siguiendo las tradiciones de la antigua exégesis judía y cristiana, he puesto de relieve dos claves de lectura y comprensión de la Biblia: una es la historia (facta), otra es la y palabra (verba).

He querido apoyarme, ante todo, en la historia bíblica, entendida como momento importante del despliegue de la humanidad, relato fundante de nuestra cultura occidental, destacando así sus elementos narrativos: personajes, acontecimientos, figuras (desde Aarón hasta los Zebedeos). Pero, al mismo tiempo, he querido destacar el valor y actualidad de la Biblia como palabra radical, que despierta y denuncie, que interpela y enriquece la vida de los creyentes judíos o cristianos y de todos aquellos que quieren conocerse mejor su identidad, para vivir con más conocimiento y gozo en el comienzo del tercer milenio.

Éste es un diccionario escrito en perspectiva judeo/cristiana, como la misma Biblia pide, pero, al mismo tiempo puede abrirnos y nos abre a todas las culturas, en un ejercicio práctico de diálogo de religiones o civilizaciones. Por eso, su lector no ha de ser confesionalmente cristiano. Basta con que tenga interés por las raíces culturales de la humanidad.

Evidentemente, el diccionario no es un libro para leerlo de un tirón, de principio a fin, sino para tenerlo y emplearlo como obra de consulta, mirando en cada caso la palabra o las palabras apropiadas. De todas maneras, unas palabras conducen a otras, formando así un «racimo» de temas bien entrelazados, como irán mostrando las referencias internas.

Quien decida “entrar” en este diccionario encontrará que las palabras que he elegido para comentarlas empiezan siendo las normales, propias de todos los diccionarios de este tipo, que van de la A a la Z. Pero el lector descubrirá que he destacado algunos personajes bíblicos, varones y mujeres, como Jefté y Magdalena, los santiagos y las marías, con Moisés y Elías, con Pedro y Pablo… Me han importado especialmente los temas que interesan más al hombre actual y que a veces quedaban relegados en otros diccionarios: pena de muerte y homosexualidad, mujer y varón, feminismo, justicia… Pero, al mismo tiempo, he querido recuperar el valor y la actualidad de algunas figuras sagradas que dan la impresión de hallarse “condenadas” en el fondo de la Biblia: Ashera y Baal, Rahab y Tehom

De un modo especial, he querido que la Biblia se ilumine por dentro e ilumine la vida de los hombres y mujeres que se acercan a ella, partiendo de Jesús (en el caso de los cristianos).

Este diccionario aparece así como un “Mapa de la Biblia”, una Guía que oriente a sus lectores en el camino que va del Génesis al Apocalipsis, pasando por los profetas y los evangelios. De esa forma he querido destacar algunos motivos hoy muy conocidos, pero recordando, al mismo tiempo, que la Biblia expone otros temas y motivos que ya apenas conocemos, como algunos que aparecen en el Levítico (sacrificios…) o en Números (genealogías…). En esa línea, he querido que mi diccionario sea lo más “amplio” posible, recogiendo sus diversas tradiciones internas, aunque destacando siempre la tensión mesiánica del judaísmo y la experiencia mesiánica de Jesús de Nazaret, tal como ha sido recogida pos los sinópticos, profundizada por Pablo o meditada por el Cuarto Evangelio y el Apocalipsis.

De un modo especial, y hablando ya como cristiano, he querido poner de relieve las vinculaciones del texto bíblico con la Iglesia cristiana, que lo lee y comenta en su liturgia… Todos los demás libros, incluidos los Catecismos y Códigos de Derecho, los Concilios y textos Pontificios, pueden ser importantes, pero vienen en tercer o cuarto lugar. Este diccionario supone que la Iglesia sigue siendo el espacio donde puede leerse comunitariamente la Biblia. Por eso me atrevo a presentarlo como un libro de ayuda para cristianos que quieren conocer y mantener su identidad.

Debo confesar, en fin, que este diccionario es “mío”, pues yo lo he escrito de un modo unitario, recogiendo más de treinta años de estudio y docencia. Pero, en otro sentido, mucho más profundo, es fruto de toda una generación de profesores y estudiantes que hemos compartido largos años de trabajo. Yo he recogido es este diccionario las experiencias y los conocimientos que he venido cultivando con amigos y compañeros, especialmente en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde he enseñado desde el 1972 hasta el 1973, y en la Orden de la Merced, a la que he pertenecido oficialmente a lo largo de cuarenta años y a la que sigo perteneciendo vitalmente ahora. Por eso, muchas de las cosas que digo provienen de otros, a los que procuro citar, aunque es posible que no siempre lo haga de un modo adecuado.

Debo añadir, en fin, que he querido que este diccionario tenga un aspecto académico (de profesor de Teología) y un aspecto liberador (de cristiano que sueña con la redención de los cautivos). Sé que lo he terminado de escribir hace unos meses, en Madrigalejo del Monte, al lado de Mabel, mi mujer, que ha corregido palabra a palabra sus páginas. Pero no puedo decir cuando lo empecé. Sólo sé que habría comenzado a recoger sus temas y motivos hace muchos años, animado por compañeros mercedarios y por profesores y estudiantes de Salamanca y, también, de un modo especial, por los editores de Verbo Divino. A ellos lo debo, pues son, de alguna forma, sus autores. A todos ellos y a otros que quieren leerlo se lo ofrezco ahora, lleno de ilusión, como si fuera el primer libro de mi historia de escritor. A todos ellos gracias. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

- - -> Para más información: promocion@verbodivino.es


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